Y DÓNDE ESTÁ EL SEÑOR?

Siempre me han gustado conocer y admirar la cultura religiosa en sus diversas expresiones: imaginería, escritos, pinturas, cantos, monumentos, templos, investigaciones, cine y hasta las procesiones populares. Es admirable y aunque tengo una enorme devoción y amor a la Madre de Jesús, mi única preferencia es la Eucaristía.

Mientras en países europeos el abandono de Dios crece o, cambian de afiliación al Islam; en naciones más pequeñas hay un aparente despertar a las imágenes religiosas cristianas. Todos los templos católicos y ortodoxos están llenos de imágenes. En lo que respecta a mí, me incomoda entrar a un templo u oratorio lleno de imágenes.

Me pregunto: Quién es el centro de nuestra fe? La iglesia o templo es un hábitat envolvente de religiosidad donde nuestras miradas deben enfocarse a Jesucristo. A quien vive. A quien celebramos en su Palabra y en la fracción del pan eucarístico.

Un consagrado se debe a Dios enteramente. Un cristiano también. No te pido o digo que dejes de venerar a personas que son ejemplo del seguimiento de Jesús. Hay muchas formas de seguirlo. Y lo hacemos como Iglesia y como hombres y mujeres de buena voluntad.

La fe es más que un don, es una gracia que no ha todos llega. Pero no por ello, dejas de ser amado por Dios.

En pocos semanas (6 marzo) iniciamos un tiempo llamado Cuaresma. Es uno de los más hermosos. Sabes por qué? Porque si lo vives con total disposición de abrir tu mente y corazón al misterio que Jesús nos reveló y que profetas, jueces y reyes anunciaron, descubrirás que esta vida sólo tiene sentido en Él. Nuestra vida es una constante búsqueda de respuesta a la pregunta: Y dónde está el Señor".