VIVIR INTENSAMENTE

No es lo mismo vivir de prisa, que vivir cada latido del corazón, con el alma desnuda a la vida que siempre va hacia adelante.

Hoy he tenido la oportunidad de recibir el saludo de varios amigos y amigas, agradecer las diferentes expresiones de afecto y felicitaciones . Muchas gracias.

En medio de tanta pesadumbre y dolor que vivimos en este país, la alegría no ha muerto.

Me he reconfortado en la Eucaristía y rodeado de niños tan queridos, que la paz y esperanzas se han acrecentado. Porque no puedo llevar a Cristo si Él no vive en mí.

No se puede vivir como mediocres y miedosos. La vida es apenas un respiro.

Como dice un anónimo:

"Yo no vivo, ardo; yo no lloro, yo lluevo; yo no escribo, destilo. Y así todo el tiempo".

Dios ha colocado en mi camino a personas muy lindas, extraordinarias. Qué agradecido estoy. A muchas de ellas no veo desde hace más de 30 años. El tiempo no ha envejecido nuestra amistad.

"Señor, Dios lleno de inmenso amor. Te doy gracias por tus detalles para conmigo.

No tengo palabras que decirte y expresar a quienes me aprecian, respetan y apoyan.

Ayúdame a conservar el aceite de mí lámpara encendida hasta que me encuentre contigo.

Conserva mi corazón fiel, mi mente serena y mi alma abierta a tu Santo Espíritu.

Si caigo, ayúdame a ponerme en pie y continuar hacia adelante.

Dame las fuerzas para servirte en los que necesitan de amor y consuelo, pan y sonrisas

Déjame remar mar adentro, donde no hay puerto. Sólo tú, aunque la oscuridad y las tormentas me rodeen y sienta miedo.

Gracias Padre, porque me permites vivir intensamente tus amaneceres. Amén".