VERDADERAMENTE ES EL HIJO DE DIOS

"Por eso Dios lo levantó sobre todo, y le concedió el «Nombre sobre todo nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble –en el Cielo, en la Tierra, en el Abismo–, y toda lengua proclame: «¡Jesucristo es Señor!», para gloria de Dios Padre". (Filipenses 2:11)

Somos llamados a una nueva oportunidad los cristianos, de ser parte de la glorificación de Jesús. De reconocer su dignidad, su divinidad. De Hijo de Dios vivo, como expresó Pedro por inspiración del Padre.

Iniciamos un camino de renovación interior que no acaba hoy ni el viernes santo. Apenas empezamos y debemos hacerlo con total sinceridad en el corazón.

Te recomiendo que empieces y sigas estas prácticas, que deberías continuar para el resto de tu vida.

1. Acercarse a la confesión. Arrodíllate, invoca el Nombre del Señor y pide su Misericordia. Que desate las cadenas y purifique tu corazón y mente. 2. Escucha, lee y medita su Palabra en la Biblia. Con profundidad y deja que su Espíritu te conduzca. 3. Participa de los actos litúrgicos, de manera que Dios mismo haga fructificar la semilla de la fe. 4. Comulga con frecuencia y deja que Dios realice su Obra en tu vida. Experimentarás un cambio. 5. Ora todos los días, sin muchas palabras, frases u recetas. Escucha la voz de Dios. 6. Busque consejo en las dudas y dificultades. 7. Abrace a su esposa/ o e hijos, ámelos, respételos, dé buen ejemplo, ore con ellos en las comidas. Dios y usted mantendrán unida y fuerte a su familia. 8. Si ha cometido infidelidad con su pareja, reconozca su pecado, pida perdón y corrija su actitud. De lo contrario, usted será responsable de la destrucción de los seres que ama. 9. Invoque el Nombre del Señor y pida auxilio al Espíritu Santo cuando cualquier clase de tentación o miedo lo aceche. Somos frágiles y necesitamos del Señor. 10. Practique y realice obras de caridad y misericordia. No rehuya a la generosidad, al compartir, el apoyar y brindar su ofrenda con alegría. 11. Visite a los enfermos y ancianos, y bríndeles su amor, compañía y ayuda. 12. Perdone las ofensas del prójimo, y ore por su conversión a Cristo.

Le aseguro que hallará el favor de Dios Padre, y que su Hijo Jesucristo, Nuestro Señor lo recibirá en su mesa.

El Señor, Dios de nuestros padres y de Jesucristo lo bendiga en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.