UNA VIDA VALIOSA

No podía conciliar el sueño sin dejar de pensar en un joven de casi treinta años, esposo, padre y buen amigo. No le he conocido de cerca, pero he sabido de él.

Pienso que el mayor y más hermoso acto de su vida fue dar la vida por salvar la de un niño.

En medio de unos tiempos donde estamos tan preocupados por nuestra vida, el heroísmo de un joven sano, fuerte y feliz de dar su vida por otro es insuperable. Sólo me imaginé a Jesús clavado en la Cruz dando su vida por cada uno de nosotros.

Al anochecer y ver las luces encendidas de su casa, llena de familiares, amigos y curiosos, he elevado mi plegaria al Padre para que lo reciba con alegría en su Santa Morada.

Hay en este mundo alocado pocas personas como este joven que no dudaron en salvar una vida. Es el mayor acto de amor sobre todo amor humano.

"Señor, Dios lleno de amor y misericordia, recibe el alma de tu hijo Rigo en presencia de los Ángeles quienes de adoran. Da fortaleza y bendice a su familia, parientes y amistades que lo amaron sinceramente. Te lo pido en unión de tu Hijo y del Espíritu Santo que reúnan por los siglos de los siglos. Amén."

Que brille la luz eterna por siempre. Descanse en paz. Así sea.