UN AMOR TAN HERMOSO

Cómo nos lleva de la mano la vida por caminos indeseados, navegando en la tempestad, caminando entre abrojos, escapando de la enfermedad que se mezcla en mis aires de días y noches.

Si todo fuera un final indetenible, los mañanas no llegarían como las aves que cantan al alba, como el rocío que reviste los pétalos de mis rosas, como el olor a café y de un pan duro que en la mesa espera.

No todo es fatalidad. Si lo fuera así, qué sentido tendría el nacer y ver elevarse como columnas talladas bellísimamente a las hijas; como granos fecundos que crecen los hijos aspirando como un robusto roble en las montañas y cerros de un mundo abatido.

Detrás de la ventana se esconde mi alma, como el amor primero que tímido y puro empieza a descubrir la belleza y la pasión.

Un amor tan hermoso, es como el invierno que moja y fecunda las raíces más profundas de nuestra intimidad; como el verano que irrita la piel y ciega los ojos buscando a quien abrazar cálidamente; como el otoño que muda y limpia las hojarascas de un pasado, de un ayer...; como la primavera que de flores y perfumados olores llena nuestra vida y el alma de fragancias locas, como el corazón volcado a tu amor, a tu amor tan fecundo y bello, puro y sutil.

A tu lado me acuesto sintiendo el latido, el impulso de tu amor por mí clavado.

No temo a la noche, no rindo mi sueño a pesares y miedos, porque la esperanza vive y anhela lo que aún no ve.

Un amor tan hermoso sabe a mujer, sabe a razón prendida como broche en el cielo oscuro, en los vagos vientos que rozan mi rostro acariciando y besando.

Tiempos de silencios; confinados, pero no paralizados. Tiempos de nuevas historias, tiempos de un pasado vencido; tiempos para amar sin ruindad y engaño.