TRES ACTOS QUE PUEDES PRACTICAR

Usted puede practicar tres actos, quizás realice tan solo uno de los actos que menciono. Yo le aseguro que le ocurrirá lo que sucede con frecuencia:

1. Alabe y dé gracias a Dios. Lo puede hacer en su casa, en cualquier lugar donde usted considere sea apropiado para hacerlo. Indudablemente, no hay mejor lugar que la iglesia.

El hecho de hacerlo es ya un acto que le atraerá bendiciones para usted y los suyos. Si lo hace en familia, es todavía mucho mejor.

Usted alejará el dolor y la enfermedad, el fracaso y la envidia, la enemistad y el odio... Usted lo que está haciendo es dejando entrar a Dios a su vida y a su casa.

2. Limpie su interior. Inclínese y arrepiéntase de todas sus faltas, de sus pecados. Dios lo escuchará. Es mejor quizás que lo hiciera frente a un sacerdote, pero San Pablo nos dice que confesemos nuestros pecados unos a otros y oremos también unos por otros. Si no es capaz, no es humilde, y al hombre que no lo es, siempre le irá mal por la vida. O, aparentemente bien.

Usted cambie su modo de vida, si no lo hace ahora, no lo hará mañana. Percátese que lo está haciendo es un acto que enseñará a sus hijos a temer a Dios y a colocarlo en el centro de su corazón.

3. Si va a misa, y habiendo reconocido sus pecados en la asamblea, comulgue. Acérquese a quien le da su perdón y llena su vida de una experiencia nueva. Ahora, no podrá vivir una doble vida. Usted está poniendo en juego su propia salvación.

La comunión es fuente de vida perfecta. Si usted piensa y cree que así es, entonces, sin duda usted gozará de muchas bendiciones de ahora en adelante.

Tres actos, tres pasos importantes en su vida cristiana.

Y así, continuará dando otros más hasta conseguir en determinado tiempo, "la estatura de Cristo".