SI NO ES AMOR, NO LO ES

El domingo pasado recibí una noticia que me ha entristecido. No es que haya muerto alguien, sino porque no veo que la gente comprenda qué es amar.

Así que me he pasado varias horas y un par de días meditando cómo es posible que la gente se siga engañando y halle gusto en jugar y maltratar los sentimientos suyos y de los demás. Y me pregunto: Entonces, ¿de qué está sirviendo todo este tiempo para estar más unidos y no saber amar y respetar lo que somos y tenemos?

También hay personas inmaduras y otras que arrastran a los amigos o amigas a cometer tonterías, como si fueran inocentes niños. Hay personas viciosas y dañinas, y quizás esas, no quieren cambiar y sigan haciendo daño.

Pues bien. Quiero salir en defensa del amor. Y qué sé yo del amor. Tal vez poco, pero amo y lo hago con sincero corazón y procurando no mentir, ni ser tan egoísta, ni buscar compensaciones... Libremente, creyendo en la otra persona.

Les quiero decir a los más jóvenes, quienes están empezando a gustar de una chica o chico, a los jóvenes y a quienes son ya mayores: "si no es amor, no lo es", es otra cosa.

Yo he visto como el amor transforma a los demás, como sana, como une, como salva.

Porque el amor humano está allí en lo profundo de lo somos, de lo mejor y bueno de nuestra naturaleza. Lo demás serán sentimientos, pasiones, placeres, sexo,... como lo quieran hacer parecer o llamar. Es tan pasajero, tan frágil.

A mí me fascinan las canciones románticas del ayer, no las de hoy. Me parecen superficiales y obscenas. Eso no deja de influir en la percepción de estas generaciones sobre el amor, al que han convertido en un ejercicio muy placentero y sin fondo; de allí los conflictos de pareja, madres solteras, hombres irresponsables y violentos, embarazos tempranos.... Aunque existan otras razones.

Quiero salir en defensa del amor humano, del amor verdadero entre el hombre y la mujer; del amor en el noviazgo, en el matrimonio, en la familia, en la vejez.

Una lectura del amor verdadero, es Corintios 13.

Mi lectura del amor es que si no es transformador, no es amor. Nos debería hacer mejores personas, novios, cónyuges o esposos, mejores familias.

Amor y libertad. Son dos asuntos diferentes, pero caminan ambos de la mano. Si el amor encadena, deja de ser amor. Pero, también lo deja de ser, si hago de la libertad, un escape, huída, engaño...

Un amor roto cuesta curar, y es demasiado estúpido volver con sólo un beso, caricia, palabra bonita o una noche de placer. A veces ni el perdón es suficiente. Se necesita mucho más que eso.

Me gustaría que me dijeran cómo curarlo. Lo sabe usted?

Se echan culpas, se injurian, se gritan en frente de sus hijos y de la vecindad sin importarles... Se amenazan y golpean. Eso es terrible.

Se aprende amando y no golpeando, gritando o imponiendo. El chantaje es lo más común. Qué carencia de dignidad!

Quiero tan sólo haceles reflexionar. No me atrevo a enumerar una serie de consejos. Me gustaría compartirlos. Pero, sabe por qué no? Porque a la vuelta de la esquina, lo arreglan con un beso, al día siguiente vuelven a lo mismo y uno, queda de entrometido y de malo.

Y la explicación: "nadie es perfecto", "así es la vida", "es nuestro problema", etc., etc., etc.

Termino diciendo que no vale la pena vivir sin amar transformando el corazón y la mente propia. El amor es sendero donde viajas de la mano entre tormentas y oscuridades, pero no dejar de amar a pesar de todos los pesares y flaquezas personales. Luchas, te entregas.

Te puedes haber equivocado, y es tonto aquél que no lo reconoce y empieza de nuevo un sendero distinto.

Porque el amor humano, a pesar de todo lo bello que se diga de él, no es tan perfecto. Porque la perfección la encontrarás al final del camino.

Con sincero corazón oro por todos aquellos que atraviesan torbellinos en su vida amorosa, para que encuentren la paz, la sabiduría y la luz en su camino.