QUÉ IMPORTANCIA TIENE LA ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO
- estradasilvaj
- 8 jun 2022
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Desde que tengo conciencia de vida cristiana y gracias a la fe de mis padres, la educación católica y formación religiosa, la Adoración del Santísimo Sacramento ha tenido en mi vida un lugar muy especial.
Vivimos épocas donde hay una corriente desacralizadora de todo lo que es divino y de una burla y mezcla cultural de las tradiciones religiosas más ricas de la fe cristiana de nuestros pueblos.
Me gustaría compartir algunos consejos con mis lectores. Consejos que son más bien vivencias, porque la fe y el amor a Dios hay que vivirlos.
1. La Adoración al Santísimo Sacramento. Es uno de los actos de fe y de amor más grandes de todo católico y cristiano que podemos expresar a Jesús Sacramentado.
Dios, quien no tuvo alarde de hacerse uno de nosotros, nació de mujer, creció y vivió entre nosotros, y lo llevamos a la Cruz.
Fue tan grande su amor que no sólo entregó a su Hijo, sino que lo dejó bajo las especies de pan y vino.
Adorar al Santísimo no es un acto sacrílego o de idolatría como dicen o piensan muchos.
En esta adoración reconocemos la divinidad de Jesús y la santidad de Dios. Lo honramos, alabamos, bendecimos, damos gracias.
Allí está Dios y de rodillas y con el cuerpo en gesto de adoración le cantamos y expresamos salmos y cánticos de alabanza y gloria.
La primera actitud es adorar y pronunciar su nombre con dignidad y respeto, con temor y amor sincero. Con nuestros labios lo invocamos y con nuestro corazón lo poseemos.
2. Reconocemos que es único y providente. No hay nadie fuera de Dios, no hay otros dioses. La idolatría de nuestros tiempos es la invención de dioses que no tienen rostro ni corazón, no son nada, ni espíritu. Dios es luz, los dioses tinieblas. Dios es amor, los dioses odio, miedo y placer furtivo. Dios es vida, los dioses muerte y dolor.
Adorar a Jesús Sacramentado acerca la Providencia divina. Dios es más próximo. Uno se interna en el zona de santidad y recibe la gracia y bendición beatífica del Padre.
Lo que pidieres, será concedido. Porque tu voz no es ajena ni extraña.
3. Comunión eclesial. En este acto tan venerable que los católicos acostumbramos los jueves o cualquier otro día, une a todos los miembros del Cuerpo Místico, la Iglesia, en oración y adoración común. La Iglesia es una, porque Cristo es el centro de la misma, su fundador y la piedra angular.
Durante este acto de adoración, recibirnos el acompañamiento de los santos ángeles y arcángeles que también permanecen en adoración a Dios.
Usted, mientras adora, venera, alaba, canta y reza... El Espíritu del Señor lo llena de su santidad y fortaleza.
Adoremos a Dios, infinitamente sea alabado!
Sea por siempre bendito y alabado el Santísimo Sacramento del Altar!




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