NOVENA DE AMOR
- estradasilvaj
- 8 jun 2022
- 3 Min. de lectura
Previo al Adviento, el pueblo mariano inicia la novena a la Madre de Dios.
He querido colocar esa bella imagen de una mujer muy llena de sí, que protege su ser virginal como una gracia especial del Cielo.
Desde pequeño esta fiesta siempre me llena de inmensa alegría. He tenido muy lindas y ricas experiencias de la devoción amorosa a la Virgen María, pues siempre comprendí que un cristiano sin madre es un cristiano solo y triste.
No hay que quedarse en lo superfluo, en las luces y pólvora, dulces y vasijas de plásticos, de un viva la Virgen o de quién causa tanta alegría. Son saludos. Hay algo más profundo que toda una fiesta popular llena de algarabía.
Les propongo nueve motivos para hacer de este novenario, una oración agradable a Dios y un gesto de amor verdadero de un hijo hacia su madre.
Día uno: Orar por su propia salvación. No sirve de mucho rezar, cantar, poner veladoras y pasar un momento alegre con vecinos y familiares si no se va con el corazón sincero y limpio.
El primer paso es convertirse uno mismo. Cambiar para ser capaz de ser escuchado. Cada uno debe preocuparse por su propia salvación, tomarla en serio.
En el primer día, cada uno se dispone a caminar hacia el encuentro con María, limpio, con corazón sincero.
Sin fachadas, ni palabras vacías.
Oramos por todos aquellos que desprecian a Dios y a la Virgen María. Que viven en la oscuridad y en el pecado mortal.
Día dos: María es parte de tu fe y tu crecimiento espiritual. Las madres siempre dan especial atención al ser de los hijos. Se van al granero, donde está el alimento que sostendrá el cuerpo y alma de los hijos.
Nos disponemos para crear un gran espacio a Dios dentro de nosotros, lo recibimos con amor y deseo. María sabe conducirnos confiadamente y sin miedo alguno.
Recordemos en esta decena a los que no tienen a Dios en sus vidas y viven atrapados por vicios, drogas, crímines, engañados por completo.
Día tres: El auxilio viene del Señor. Vivimos tiempos de duras pruebas de vida y fe. Perseguidos, amenazados, acusados falsamente, golpeados, encarcelados, violados, escupidos y tratados como animales.
Dios tiene enemigos que son nuestros enemigos. Pero la justicia proviene del Señor y es severa.
Roguemos por ellos que están ciegos y mudos, son como un asno, ovejas descarriadas.
Día cuatro: Dios es poderoso. Nos saca del lodo y nos conduce por senderos de terror para fortalecer nuestra esperanza. Nos da fuerzas para luchar y vencer porque permanece a nuestro lado.
Oremos por los pusilánimes e indiferentes, los inescrupulosos y bárbaros. Sus vidas están encadenadas. Démosle esperanzas.
Día cinco: Las ofrendas. Hay que honrar el nombre del Señor ofrendando aquello que la iglesia necesita. La iglesia es misionera y lleva la palabra y el pan de vida a todos los seres humanos. Quien ofrenda realiza un acto de misericordia.
Oremos por los que no tienen trabajo, por los que sufren y viven abandonados, por los que son despreciados y necesitan de nuestro socorro.
Día seis: Uniendo a la familia y salvando al país. Dos tareas urgentes hoy en día. La fuerza del santo rosario nos abrirá las puertas de un cielo y tierra nuevos.
La generación mala muere y se acaba, pero vendrá una nueva que limpiará toda ignominia.
Oremos por las familias divididas y los odios que habitan como sombras del pasado.
Día siete: Sólo Dios es más fuerte que el mal. Y aquellos que han vivido de la sangre del hermano, pagarán su justo castigo.
Oremos para que el corazón y la mente de muchos se abran a la verdadera luz que es Cristo.
Día ocho: La misericordia divina se verá por todos lados. María, la mujer que sabe acoger al pecador, nos invita a dejar la vida pasada.
El dolor es tan grande cada día, que sólo el amor de Dios nos hará humanos.
Oremos por los inmisericordes y despiadados para que arranque de su corazón el odio y la violencia. Para que su vida al menos, cobre sentido en el último momento..
Día noveno: Glorifiquemos a Dios por encima de todo.
No habrá nada en la tierra que sea capaz de salvar tu alma, sino Dios mismo.
Oremos por los que no creen en nada y su alma vacía está.
Glorifiquemos a Dios!
Bendigamos su Santo nombre.
Exaltemos con gozo a la Madre de Dios y madre nuestra.
MARÍA, MADRE DE NICARAGUA DANOS LA LIBERTAD Y LA JUSTICIA.



Comentarios