NO TE VAYAS... QUÉDATE.... QUÉDATE PARA SIEMPRE!

Por la tarde, después de atender los oficios de la obra, salí al parque con un pequeño muy lindo y lleno de energías... la vida es para él algo hermoso y siempre novedad. Al regresar, respondiendo algunos mensajes y escuchando música, vinieron a mi cabeza estos pensamientos que comparto con ustedes.

Se deslizaron como un carrete fotográfico una serie de imágenes, unas tras otra de personas que ya no están con nosotros, que han partido hace años, hace meses, hace un día.

Todos vivimos en nuestra historia personal muchos desenlaces. Despedidas, rupturas, heridas. Lo más triste es la separación de alguien que amamos o creíamos amar. Porque el amor es algo como escribí una vez, una borrasca y, a la vez, una calma muy silenciosa.

Escuché la entrevista de Hermano De La Salle que recién falleció en España, el querido Hermano Emilio Mazariegos. Una persona que inspiró a muchos y realizó una misión evangelizadora y misionera muy hermosa entre jóvenes. Muchas vidas ayudó a cambiar y comprender el lenguaje de Dios.

Llegamos al final de este mes, el segundo del año, y quisiéramos que el tiempo se detuviera, o que no acabara. O, quizás, que terminara la angustia de una vez por todas y empezar de nuevo.

Tenemos que darnos cuenta que hemos hecho del mundo algo muy superfluo, sin hondura, sin profundidad. Por eso, sentimos que nos da la impresión que la vida se nos va, que la perdemos como agua entre las manos.

Decía el cantante Iglesias: "La vida sigue igual". Pienso que debería ser diferente. Le falta una magia especial a los días que caminan por delante y que vemos que los hijos, los nietos crecen... y nosotros, nos hacemos viejos, viviendo de recuerdos.

Quiero invitarte que le demos un significado especial a esta Cuaresma, a este tiempo hacia los acontecimientos que cambiaron la historia humana, que dejaron en el corazón de cada ser humano un contenido poderoso al "AMOR". Ese amor que sólo Dios nos ha hablado en su Hijo Jesucristo, en los Evangelios y Cartas Apostólicas.

Esta Cuaresma no sea una playa cubierta de arena donde dejamos huellas que las aguas borran en segundos. Vayamos a lo profundo del corazón humano y marquemos huellas para un mundo que se quiere olvidar de Dios... O, no es así? Si estoy equivocado, este mundo donde pisan nuestros pies debe cambiar ahora mismo entonces.

Pasar de la injusticia a la justicia, del odio, racismo y prejuicios absurdos al amor, de la pobreza a la dignidad, del miedo a la libertad, del egoísmo a la generosidad alegre... Y eso va con todos, creyentes o no, consagrados o no, jerarcas o simples hombres y mujeres.

Cada día le digo al Señor: "No te vayas.... quédate!".

Quédate dentro de mí, porque soy parte tuya, el ser más amado de la Creación. Quédate para siempre! Quédate porque mi alma no estará segura si no estás tú. No te vayas amor... quédate para siempre!