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NO TE VAYAS A DORMIR SIN QUE...

  • Foto del escritor: estradasilvaj
    estradasilvaj
  • 7 jun 2022
  • 2 Min. de lectura

Ya ha terminado la semana y los días se han ido como un suspiro, entre la oficina y la casa, entre la escuela, la clase de baile y el partido de fútbol, entre viajes y recorridos...

Alguno que otro día me he acordado de Dios, y otros casi nada. Los hijos crecen sin saber que tú existes, sin conocer tu amor y tu bondad.

Muchas veces he llegado a casa agotado, sin ganas de hablar, sin fuerzas para abrazar. Tanto que no sé nada del colegio y las tareas, sin saber si mi hija necesita de mi cariño, de mis palabras de aliento en sus noches solas; o si el hijo, el abrazo espera o que le invite a jugar con sus sueños.

No se puede vivir la vida como hojas de palmeras sueltas al vuelto, como la corriente del agua que viaja por el riachuelo y se lleva tu imagen, como las voces y ruido que mezcladas en las calles se pierde tu nombre.

"Oh Señor, Dios mío no dejes que vaya a dormir a ciegas, con un ciervo cansado de salvar su vida y cae desnudo bajo la sombra de la luna.

Quiero oh Dios, saber que vives en mi alma y que junto a mi duermes.

No permitas que no abrace a mi esposa y la bese dulcemente; que no cobije a mis niños y bese su frente con amor; que a mi niña bella y hermosa que crece entre tus jardines llenos de flores, no me quede junta a ella si decir esta oración:

"Padre mío, Dios del amor sin cansancio, bendice mi hogar, bendice a quienes elegiste para mí. A quienes tú amas más que yo.

Que mis días sean grandes y benditos, como lo eres tú. Hazme honrarte con una vida íntegra, digna y merecida. Donde tu Palabra sea vida y luz en mi camino.

Bendice mis manos para servirte con alegría; mis ojos para conocerte y amarte; dame un corazón sincero y puro; haz que mis pies te busquen en los amaneceres y anocheceres...

Ayúdame a ser buen padre (madre), esposo, abuelo, amigo... Ayúdame a ser buen hijo tuyo.

En esta hora, abrázame oh Dios, no quiero dormir sin tu amor, porque sin él no amanecería.

Y cobijado bajo las sábanas abrazando a mi esposa, bendícenos como una vez lo hiciste en aquel jardín del Edén. Buenas noches, Señor. Amén".

 
 
 

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