NO DESESPERES MÁS

Ocurre que después de hacer mis oraciones y rosario por las noches, me pongo a escribir y me lleva el silencio a su profundidad. Tanto que no puedo conciliar el sueño. Me siento agotado, pero no logro dormir y voy quedando en un estado de no saber si estoy despierto o soñando.

Esta mañana escuché los audios de una querida amiga. Me entristeció mucho. No sabía qué decirle. La animé a confiar en Dios. Lo mismo que a mis primas, depositar la vida en manos de Dios cuando ya no vemos quizás una solución.

No desesperes, porque la vida es siempre una lucha contra la muerte. Suena duro, pero es así. O, creo estar equivocado.

Lo que hago es releer de nuevo la vida de Jesús en los Evangelios o en los Salmos, buscando algún consuelo, algún milagro...

Muchas personas, por no decir casi la mayoría en el mundo han elevado sus plegarias, o han expresado sus deseos o sueños para este año. Son tantas y tantos deseos y sueños. Yo tengo los míos, mis planes.

Pero... es Dios al fin y al cabo, quien tendrá la última palabra en su Proyecto. Es un proyecto maravilloso, con pruebas y alegrías. Es hermoso empezar el año con salud, aunque con noticias dolorosas y pesares. Precisamente en este mes, hace dos años recibí noticias de fallecimientos de amigos y amigas muy queridas y respetadas.

Al empezar cada día me siento en la cama y doy gracias a Dios. Abrazo a los niños que vienen a buscarme. Es espléndido.

No desesperes. Vivamos cada día intensamente, con decisión y amor. Haciendo todo el bien que esté a nuestro alcance, despreciando la tentación de la maldad y el pecado, porque es posible evitar el mal en nuestro corazón.

Busquemos siempre a Dios, no sólo en el dolor o en la enfermedad. En todo momento, porque podemos hallarlo, encontrarlo.

Te animo, te abrazo y te bendigo en su nombre.