MÍRALO A LOS OJOS
- estradasilvaj
- 17 feb 2023
- 2 Min. de lectura
A muchas personas no les gusta que miren a los ojos, sienten que le invaden un terreno muy personal, se sienten amilanadas o incómodas.
Cuando estaba en la Casa de Formación se nos educó, al menos en mi caso, en no detener la vista en los ojos de la otra persona, incluso, no mirarla de frente manteniendo una postura respetuosa y distante. Comprendo muy bien esa educación para un religioso.
Han pasado muchos años, y muchas veces he tenido que ver a los ojos de las personas para saber lo que me está diciendo y entender los miedos, sentimientos, angustias, pesares y preocupaciones cuando acuden a mí solicitando apoyo moral y espiritual. A mí siempre me impresiona y guardo un gran respeto, es más, aquella confesión queda queda en secreto.
Lo que realmente quiero invitarle es que veamos a los ojos de Jesús, no a los míos. Qué encuentro, qué siento, qué me dice Jesús cuando Él me ve y yo lo veo.
Nos hace una pregunta personal: "¿Quién dices soy yo?" Y te ve directamente a los ojos. ¿Qué respondes?
No me salgas con la respuesta de Pedro, o de lo que nos dicen los pastores o sacerdotes. Dime, ¿cuál es tu respuesta?
Te quiero compartir tres reflexiones para que puedas responderle al Señor y hallar en su mirada, lo que Él, ve en ti. ¿Te parece?
1. Dios nos ama tal como somos, aunque muchas o algunas veces no estés de acuerdo con Él. Porque Dios no hace acepción, diferencias, no pone motes ni etiquetas a las personas. Así que, trata a los demás no sólo como te gustaría que te tratasen bien a ti, sino como Dios te ve a ti con amor profundo.
2. Dios te ve con agrado si eres fiel a su Palabra. No basta leerla, estudiarla, repetirla, predicarla... Tienes que vivirla, porque de nada serviría que la dijeras gritando a voces. Dios es fiel, cumple lo que promete. Tú, ¿lo haces? ¿Contigo mismo, con tu esposa/o, hijos...? ¿Eres fiel? Pues, si no lo eres, ¿cómo serás con Dios?
3. Dios siempre está presente en tu historia, la vida que día a día vas construyendo. Persevera. Dios quiere que perseveres en alcanzar una vida más plena, completa. Y te la ha dibujado en los Evangelios de diversas maneras; también en los Hechos y Epístolas de Pablo y los Apóstoles. ¿Por qué no las relees detenidamente? Amar, ser fiel y perseverar son tres prácticas esenciales para entender la mirada de Jesús. Acércate al Oratorio, a tu iglesia, a la Comunión.
Mira a los ojos de Jesús, allí clavado, allí resucitado... Pero también, en los pobres, en los tristes y hambrientos, en los que sufren... En los que necesitan un poco de amor, comprensión y apoyo. Te aseguro que tu vida será más alegre y generosa.
Ahora, te recuerdo y veo con los ojos llenos de amistad, fraternidad y gratitud.

Comments