MÁS ALLÁ DEL SUEÑO

Esta madrugada he tenido un sueño revelador: 'Me he encontrado con muchos amigos venidos de diferentes lugares, hemos cenado juntos y celebrado con gran euforia nuestro encuentro.' Ha sido un sueño muy hermoso. Porque me revela el gran cariño y recuerdo que tengo por los amigos, exalumnos, profesores, religiosos... Muchas personas que nos van dejando.

Pero, hay más todavía. La dicha de saber que me podré reunir con todos ellos en un lugar extraordinario y contemplar la Gloria de Dios.

He estado recibiendo noticias de queridos amigos que están atravesando y han atravesado en su cuerpo dolorosas pruebas, mortales, a veces.

Mi sueño ha estado lleno de risas, abrazos y bellos recuerdos. Ello me dice que no perdamos la esperanza, una esperanza llena de gozo.

Al rodearme la oscuridad de la noche, he tomado el Crucifijo en mis manos y contemplando al Cristo clavado en la cruz, he cerrados los ojos dejando escapar unas lágrimas que no he podido contener, mientras mi corazón agitado, enviaba mensajes a mi mente que no perdiera el aliento.

Así que dije:

"Amado Padre, que dejaste que tu propio Hijo fuera azotado, golpeado y clavado sin piedad en un madero. Tratado como un ladrón cualquiera.

Te ruego, Padre, por la sangre de tu divino Hijo Jesús, que escuches nuestras plegarias, que sanes a tus hijos que sufren.

Danos un corazón puro, haznos fuertes en las tempestades, porque en medio de ellas estás tú y tienes el poder de detenerlas.

Alienta nuestro espíritu debilitado por el dolor y el sufrimiento; llena nuestras esperanzas de viva alegría; nuestra fe de una simiente que crece como el líbano; el amor a tu santa voluntad como las estrellas en el infinito cielo.

Te agradezco el haber soñado con mis amigos... También, quiero soñar con tantos que no sabemos como viven, sufren y mueren. Pues, sé muy bien que mis rezos no son desoídos.

A Ti, clamo con el corazón entristecido, pero todavía latiendo por la gracia de tu amor y amando sin límite. Dame un corazón puro y fuerte. Amén".