MÁS ALLÁ DE LA MEDIANOCHE
- estradasilvaj
- 29 abr
- 1 Min. de lectura
Se me ha escapado el sueño entre leyendo, escribiendo y orando por muchas personas. Orando en especial, por los niños de la Obra y sus familias, por quienes me han escrito pidiendo ore por ellos.
He repasado la Biblia y llevado a lo profundo de mi corazón tan sabias palabras, dejando que el Espíritu me conduzca y escuchar la voz del Padre.
Una de mis niñas me decía que le gusta el silencio y la paz, que hay muchos jóvenes que les gusta meditar. Eso es muy hermoso en un mundo dominado por la bulla, la distracción y tantos afanes pasajeros.
Pero esta noche que se encamina al amanecer, he sentido en mi corazón una gran fuerza y la experiencia de un Dios que permanece a nuestro lado.
He recordado no sé a cuántas personas amigas de años, a rostros e imágenes que he visto en las noticias y a rostros que por primera vez veía... Rostros tristes y sedientos de esperanza y amor.
Así que, Padre del Cielo te entrego mis plegarias. Por muchas familias, amigos, vecinos, desconocidos... Por los que te buscan y necesitan. Por mi insignificante vida.
Me entrego a tu Voluntad y me acuesto con el deseo de descubrirte y servirte de nuevo en el amanecer del día. Alabado seas Padre amoroso. Así sea.




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