MILAGROS O FALTA DE FE
- estradasilvaj
- 11 oct 2022
- 2 Min. de lectura
¿Por qué esperamos más de signos, prodigios y milagros? Nos parecemos al apóstol Tomás que dudaba de los testimonios, de la promesa de Jesús, su Maestro.
No te digo que dejes de creer en signos, prodigios y prodigios, pues al fin ellos nos muestran las maravillas de Dios.
Nuestro corazón siempre duda y nuestras pensamientos gravitan entra la duda y la verdad.
Comparto con usted cinco actos que pueden ayudarle a que su fe vaya más allá de esos signos, prodigios y milagros.
1. Jesús es el mayor signo del amor de Dios al hombre. Nuestra fe debe radicar en su vida, su palabra y su promesa, el anuncio de ese Reino de Dios. Centre su corazón y pensamientos en Él, sólo en él porque sin él no veremos al Padre.
2. Ore incesantemente para recibir el Espíritu de Dios. No basta rezar, decir muchas palabras. Es nuestra actitud hacia el Padre en la oración. Es la búsqueda profunda y real que desde adentro de nosotros ansía encontrarse con Dios. Por eso, la oración es un deseo ardiente por el amor de Dios.
3. Desprender todo aquello que nos aleja de Dios. Fácilmente nos materializamos, creamos necesidades innecesarias. Aún más hoy día con las redes sociales que facilitan casi todo, menos lo que todo hombre o mujer requiere para sentirse lleno, sarisfecho espiritualmente. No se quede en lo vano y superfluo. Aleje a sus hijos de ese mundo virtual enmascarado que los distancia de la realidad y de Dios. Enséñeles a ser dueños de sus propias ideas, voluntad, sentimientos y sueños, de su fe.
4. Evite caer en las trampas de un mundo que busca la comodidad sin felicidad, una identidad que no es la suya, que manipula sus decisiones y libertad, que lo considera reemplazable, una amenaza, un objeto económico explotable... Crea en sí mismo, edúquese bien, desarrolle buenos hábitos, destrezas y habilidades. Y, sobre todo, no pierda los valores humanos y éticos.
5. Alimente su fe durante toda su vida, en las buenas y en las malas. Aliméntela con la lectura asidua y reflexiva de la Biblia, la Palabra del Dios vivo. Aliméntela por la sagrada comunión que lo llenará de la gracia divina. Aliméntela con la práctica del amor al prójimo y la justicia, ellas le atraerán muchas luces y bendiciones...
Espere siempre en el Señor, espere en su Palabra, pues Él obra según su designio. Mientras usted se encamina hacia ello, cuente con mis plegarias.




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