LUZ EN LAS TINIEBLAS
- estradasilvaj
- 7 jun 2022
- 2 Min. de lectura
"Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra." (Hechos 13,46)
El termino "luz" aparece desde el primer acto creador de Dios en el Génesis, y a través de los libros sagrados, innumerables veces. Jesús se ha llamado "luz" a sí mismo en un mundo dominado bajo la espada del soldado, es decir, de la dictadura cruel de esos tiempos que dominaba el mundo romano.
También, es Jesús quien nos ha pedido que seamos "luz del mundo", de un mundo sumergido en las tinieblas del error, las idolatrías y de un sinnúmero de males humanos y sociales, de los cuales Él mismo fue testigo y que San Pablo menciona en sus Epístolas muy claramente.
Pues bien. Ese mundo es muy parecido al que hoy vivimos. Quizás, no del todo tan oscuro o cruel. Y si lo fuera, entonces, las palabras de San Pablo de que seamos "luz de los gentiles" tienen un eco muy profundo en la vida de todo hombre y mujer, en la misma Iglesia.
En estas horas tan dolorosas para todo viviente, quiero animarles con ese espíritu misionero de alegría y paz con que los Apóstoles llevaban la Buena Nueva a todo pueblo, lengua, raza y nación.
1. No desfallezcamos en luchar por vivir un día más. Porque la vida es un don precioso. No malgastemos la vida en afanes ni planes tortuosos y pecaminosos. 2. Perseveremos en la esperanza y en la oración, siendo fuertes y dándonos apoyo mutuamente. No inventando falsas noticias o dando crédito a las mentiras y burlas de los malvados. 3. Aprendamos a descubrir lo nuevo que Dios ha puesto detrás del sufrimiento, las pruebas corporales y las angustias del corazón humano. No alentemos temores, ni miedos, ni causas oscuras. Seamos luz en vez de tinieblas. Aprendamos a salir de la oscuridad y volver nuestros ojos al Cristo que entregó su vida por nosotros. Que Dios nos sigue amando tanto, que no estamos solos en esta tempestad. 4. El hoy será el ayer, pero el mañana nuestro hoy donde descubriremos que Dios sigue siendo misericordioso. Donde la posible muerte, ya vencida por Cristo en su resurrección, es una nueva vida en Dios. 5. Abraza, besa, di la mejor palabra, piensa lo más hermoso, escribe lo más significativo, aprende de lo desafiante, halla la luz en las tinieblas... Es quizás, la única oportunidad que tienes en este ahora que se escapa en el tiempo.
Sé valeroso! No te detengas y emprende de nuevo el camino, dejando nuevas huellas que otros no podrán hacer por ti.
Orando por usted y los suyos, digo: "¡Sálvanos, Señor despiertos, protégenos mientras dormimos, para que vivamos en Cristo y descansemos en paz. Aleluya!"




Comentarios