LA ÚLTIMA VELA...
- estradasilvaj
- 3 nov 2022
- 3 Min. de lectura
Venía en taxi. El conductor y el pasajero iniciaron una conversación sobre los extraterrestres, de los animales y no sé qué personajes extraños. El taxista se declara cristiano pero también creía que Jesús era el líder de los seres interestelares y que el genoma humano había sido creado por ellos... Por seres del espacio.
Ciertamente la influencia de las plataformas virtuales habían calado muy hondo en sus creencias.
La otra vez, mientras esperaba el autobús dos jóvenes Testigos de Jehová estaban tratando de convencer a un joven como ellos de que el mal está en él y si cree en Jesús, su alma no estará pérdida. Le leyeron al menos unos siete textos de la biblia que llevan. Aquél joven salió asustado de ese encuentro.
Al subir al bus a grandes gritos una mujer hablaba del fin del mundo, mientras un pasajero la cuestionaba. Varios niños quedaban viendo atónitos semejantes barbaridades.
Entre a un templo católico en busca de paz y sosiego. Delante de mí se hallaba una joven mujer llorando. Le dije: "le ocurre algo, necesita ayuda?"
Siguió llorando. Transcurrido unos minutos, ella me vio y preguntó: "soy una mujer mala que merezca el infierno?".
Le respondí: "No creo que sea mala para que lo merezca. Por qué piensa eso?"
Ella dijo sollozando: "Es que el cura me lo dijo. Sólo porqué perdí a mi hijo cuando daba a luz".
Pues no es cierto, le respondí un poco molesto con semejante condena.
Busqué una botella con agua y nos quedamos conversando sobre el asunto. Aquella mujer fue recobrando un mejor estado emocional y comprender que no había cometido ningún pecado. Ella todavía estaba en la etapa de duelo. Un proceso lento en el que necesitamos apoyo y amor.
Unos días después la volví a ver y está vez con un mejor semblante y actitud.
En cualquier parte nos encontramos con personas que necesitan apoyo, ser escuchadas, respetadas y no ser engañadas. Un engaño o mentira de orden espiritual o moral es muy lacerante.
Aunque no lo reconocemos somos presa de un modelo dualista de la realidad caracterizado por blanco y negro, bueno y malo, bonito y feo, falso y verdadero... Un dualismo que rompe con la unidad y la verdad. Una dicotomía en el concepto de la vida humana que nos lleva a considerar todo como relativo o a un determinismo. Eso es maniquísmo, una herejía del siglo III.
Así hasta nuestros días hablamos de pobres y ricos, poderosos y súbditos, tiranos y esclavos, .... La verdad no existe, mucho menos la justicia y la reparación.
La calle, la escuela, el centro de trabajo, incluso, las iglesias no son lugares seguros para nuestra fe.
Este clima de desconfianza conduce a la pérdida de esperanzas. Las esperanzas nos mantienen vivos. Sin esperanzas no podemos ver claro adónde ir seguros por la vida.
Le compartiré algunas pistas:
1. Edúquese seriamente. Aprenda a trabajar con su conciencia y de vincularla a sus pensamientos y emociones. No deje que las.emociones decidan sin antes de razonar.
2. Cómo evitar el dualismo y no caer en el maniqueísmo. Siendo objetivos, basándonos en los hechos. No conjeturar,.ni dar aperturas a ideologías extrañas, inconsistentes con determinados principios y patrones universales.
3. Si llegara a existir una lucha evidente entre "el bien y el mal" lo que en realidad está ocurriendo es un ejercicio natural de la libertad humana por decidir lo que tiene qué hacer. No es precisamente un combate, es una elección. De ahí entonces, entran en juego el intelecto, la conciencia, las emociones y la intuición. Todas estas facultades inherentes a todo ser humano, nadie nunca nos dicen que son y que función ejercen.
Por qué la última vela. Con esta pretenderé ayudarle a salir de ese mundo que nos desalienta cada día. Por que las esperanzas no se abandonan, como no se debe dejar de apagar la llama.
Continuaremos....




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