LA LOCURA DE AMAR

Venía de regreso a casa, cuando un niño de apenas 13 años muy bien presentable espera a alguien. El aroma a loción y el corte de pelo lo delataba. Tenía una visita de por medio.

No sé cómo sucedió, pero comenzamos a conversar sobre futilidades. Llegó el autobús y dio la casualidad de seguir hablando mientras llegaba a su punto de encuentro.

Lo notaba muy nervioso y hasta impreciso en lo que realmente iba suceder. Cómo iba a saberlo. No pudo más y me dijo que no sabía qué decirle a su primera novia.

Yo le contesté que dijera lo que su corazón sintiera. Menudo problema le puse! Qué difícil es a veces encontrar las palabras oportunas. Conectar el cerebro con el corazón es complicado. Bueno, a veces tus manos hablan, tus gestos, tu mirada, le dije buscando otras opciones quizás atrevidas.

Para no complicarlo más, y antes de bajar del autobús, le expresé: El amor es un flechazo que lo recibes y quedas tatuado, atontado. Deja que te lleve ella. Muchas veces las mujeres están más seguras en este campo que nosotros los hombres, y q a tu edad, no vayas de prisa.

Nos estrechamos las manos y siguió él a su primer encuentro. Del amor he escrito muchas palabras bonitas, pero me doy cuenta que no hay mejor palabra que una mirada profunda, reveladora. El amor se construye toda una vida. Es frágil, pero tiene un poder incalculable en el alma humana.

Todos los días me cruzo con desamores, desilusiones, odios, perfidias... Uuff! Cuánta gente que no ha sabido amar!

Amar no es poseer al otro, convertirlo en un fin o un objeto de deseo y satisfacción. Me parece que es una gran debilidad que todos tenemos.

Más que amar locamente, dejemos que la locura del amor nos haga vivir en un estado de búsqueda y encuentro permanente con la novia/o, esposo/a, hijos... Incluso, de Dios.

Si realmente amáramos, no habrían tantas riñas, venganzas y divorcios. Tanta locura irracional en este mundo.

Como dicen los italianos: " I frutti proibiti sono i più dolci". (La fruta prohibida es la más dulce)