LA CASITA DEL MISIONERO
- estradasilvaj
- 25 jul 2022
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Hace tres años visité unas familias en el campo. Me llamaron y me pidieron que llegara y quedara en su comunidad siendo su guía espiritual. Una de ellas me ofreció un pequeño espacio para edificar una casita y vivir allí.
Siempre he pensado que un misionero no tiene casa porque va de un lugar a otro. Es como dice Jesús: "Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza." (Mateo 8:20). Algo así ocurre conmigo, y lo confieso con humildad.
Veo cada vez una enorme necesidad y búsqueda de Dios en muchos hombres y mujeres de toda edad. Hay diversidad de templos evangélicos, protestantes, bautistas, mormones y testigos de Jehová por todas partes. Unos se llenan y otros están casi vacíos. Pero también veo a muchos que son agnósticos o viven una vida opuesta a los Mandamientos de Dios. Hay quienes se aprovechan de esta confusión, duda e indiferencia los engañan y sacan mucho negocio en ello.
No hay mayor alegría para mí que conocer y cumplir la Voluntad de Dios. Y pienso y siento en mi corazón que a la fineza que han tenido estás señoras para conmigo en invitarme en ser parte de su comunidad es una invitación del Señor.
Por ahora, tengo un compromiso muy grande con una misión cuyos rostros no puedo olvidar. Tendré que consultarlo con quien tiene la respuesta: Dios.
No quiero defraudar a tan queridas madres y entristecer sus corazones, pero mientras llega el momento oportuno, iremos construyendo está casita para el misionero. No les parece? De todas formas es Dios quien llama y te envía.
Ahora bien. La comunidad está dispuesta a cooperar con sus limitaciones indudablemente, pero la actual realidad que vivimos exige de la ayuda económica de amigos y benefactores que estén dispuestos a poner su granito de arena para esta edificación.
Así que, les invito y pido de todo corazón que me apoyen en tan hermosa causa. Quizás, en lo personal signifique tal vez la última obra. Porque los designios de Dios son inescrutables y no hay mejor lugar para encontrarme con Él, en el retiro de un mundo demasiado turbulento y empecinado en el pecado.
Gracias Señor, porque me has llamado. Déjame reivindicarme ante ti. Serte fiel y responder con amor desnudo a tu santidad.
Y gracias a quienes lean y respondan interesados. Dios los bendiga ahora y siempre.




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