LA AMISTAD LASALIANA

A propósito de la celebración del Día de la Amistad y el Amor, es bueno pensar que los detalles siempre vienen bien. La cotidianeidad de la vida nos hace perder la importancia de un detalle, un gesto, una palabra, un regalo, una llamada. Si amar es para toda una vida, el amor necesita detenerse varias veces para inyectar oxígeno en las venas del corazón, del alma, de los pensamientos.

Quienes estudian o estudiaron en los colegios o centros de formación de los Hermanos De La Salle, habrán aprendido sobre la Fraternidad y muchos otros valores humanos y cristianos.

El clima educativo en un centro realiza una labor constructiva en la personalidad y relaciones entre los docentes y estudiantes, entre los mismos estudiantes y éstos, en su hogar. En el interior de las aulas se vive un ambiente que es totalmente diferente del resto del Centro.

Por eso quiero recordar algunos conceptos muy propios de los Centros Lasallistas. Porque, ser Lasallista significa, ser hermano, amigo, compañero y, sobre todo, vivir un espíritu de fe en fraternidad.

Valores que no debes olvidar en tu vida y familia:

+ Espíritu de fe: ver el mundo como lo vería Dios.

+ Fraternidad: ver en el otro, a un hermano, aunque no piense como yo.

+ Solidaridad: estar cerca de.los que sufren y carecen, apoyarles como Jesús lo haría.

+ Espíritu de escucha: estar motivado por la Santa Presencia de Dios en todos nuestros actos.

+ Caridad: despojarnos de aquello que nos impide ver en los demás a un hermano, a un hijo de Dios.

+ Permanecer unidos: la fe, la esperanza y la caridad nos mantienen unidos como Iglesia, hijos de un mismo Padre.

+ Espíritu de oración: en ella encontramos la fuerza, la sabiduría, la serenidad, la paz... Porque, un Lasallista que no ora, es porque necesita de Dios.

+ Espíritu misionero: todos por el bautismo somos llamados a servir; servir con alegría y generosidad es propio de la familia lasallista.

+ Tener un corazón misericordioso: el dolor y el sufrimiento ajeno es también nuestro. En el sufrimiento humano vemos a Jesús clavado en la Cruz, pero Misericordioso con quienes lo acusaron y clavaron.

Por eso, un lasallista en el mundo, en el cualquier lugar, al santo y seña: "¡Viva Jesús en nuestros corazones!", respondemos: "¡Por siempre!".

Un lasallista tiene una identidad propia, un rostro lleno de esperanza y de fe.

La amistad para nosotros está en el corazón de la fraternidad. En el corazón de Jesús.

¡Vivamos como hermanos, vivamos como los amigos de Jesús!