HASTA EL FINAL...

La noche me atrapó ya muy tarde, no podía dormir. Y mientras esperaba el sueño en la silla quedé, quedé dormido.

El sueño me aprisionó y como una madeja me llevó de paseo por esta sombra loca de la noche.

Ella lo amaba tanto que no sabía cuánto era su amor por él. De locuras llenó su alma y vencida se dejó amar... Amar de intenso amor traslúcido y cálido, de fuerza y apretones sus manos robaban las flores del jardín desnudo de su cuerpo puro y limpio...

Sus labios enjugados de plácido amor no podía respirar, tan sólo sentía los temblores del corazón que adentro latía a todo galope, como el bosque que mojado por la lluvia de rayos y truenos forcejea asido al suelo.

No fue tan solo un sueño, fue un sentimiento que escapa como huyendo de la nada.

Qué mujer adentro llevamos en el corazón que nos hila y cuece nuestras venas de sensación.

Qué pasión tan furiosa emerge de lo más íntimo, de lo más hondo de ser alguno, de ser humano, de ser amado.

Hasta el final he llegado jadeando como perro cansado buscando tu amor, oh Dios.

Hasta el final he sentido qué amor tan bravo llevo en mis entrañas que la carne ciega y frágil se rinde, se pierde, se muere.

Hasta el final del camino te he encontrado, en la cima, en lo alto, en el silencio, en la paz.

Hasta el final he de amarte como amor desnudo y lleno, lleno de pasión y deseo... Deseo sin cuerpo y tan solo con mi alma libre, libre del fango de un mundo enloquecido.