ESTOY ABURRIDA

Con frecuencia escucho decir a niños y adolescentes: "Estoy aburrido", "estoy aburrida". Si no están con el celular, no están aburridos.

Han perdido la conciencia del tiempo. Los medios tecnológicos, la actual forma de vivir, la falta de diálogo y convivencia los conduce a considerar todo vano. Algunos hasta casi amanecen tras 8 horas de estar con el celular, y ya cansados caen agotados, distraídos, sin energías, sin capacidad de innovar.

¿Cómo podemos ayudar a nuestros niños y adolescentes aprender a utilizar los medios tecnológicos en favor de su desarrollo y madurez? Algunas ideas:

1. Fomente y practique el diálogo y la convivencia humana en el hogar y en la escuela. Movilícelo al deporte y al cuido personal de su salud y cuerpo. 2. Converse con ellos sobre los temas que más le interesen en las redes sociales y haga énfasis en los sanos valores y principios. 3. Que aprendan a emitir su propio juicio y reconozcan lo que es bueno y malo, lo justo e injusto, la mentira y la verdad, lo falso y verdadero, lo sano e insano. 4. Hable abiertamente de los temas referentes a la sexualidad y madurez, empatía; así como, de la honestidad, la fidelidad, el respeto mutuo, la autoestima... 5. Que aprendan a reconocer los antivalores que trasiegan los ritmos y canciones contemporáneos, y apreciar el amor limpio y sincero, a saber manejar las emociones y sentimientos. 6. Que empleen su tiempo libre en aprender nuevos conocimientos y aprendizajes, desarrollar nuevas habilidades; a sostener una conversación y diálogo constructivo y positivo, y no un lenguaje soez, vulgar y atiborrado de chismes. 7. Conduzca su mente y su corazón al descubrimiento de Dios en su vida, en la lectura y meditación de la Biblia, de la reflexión en grupo del modelo de vida que Jesús nos ha dejado en su Palabra. Si aprende a orar, hallará paz, consuelo, fortaleza, Fe, Esperanza y la capacidad de Amar con profundidad.

El aburrimiento conduce a la soledad, y la soledad es ocupada por malos hábitos y costumbres. No permitamos ese camino. Hay diversas maneras de ocupar nuestro tiempo en aprender a vivir de manera diferente. Basta ver cómo está el barrio, el país, el mundo para darnos cuenta que unos pocos viven bien y la gran mayoría, vive mal.

Si estás aburrido o aburrida, es tiempo de que empiecen a ocuparse en aprender y entender que la vida nos ha sido dada para conducirla hacia una vida gozosa y santa. Porque nuestros niños y adolescentes merecen la oportunidad de construir un mundo diferente, donde Dios exista plenamente en su corazón.