ESPEJISMOS

Caminamos muchas veces sin rumbo o con horizontes equivocados, como espejismos creyendo haber llegado a la tierra prometida.

¿Acaso el hombre ha perdido la esperanza y busca suterfugios y voces en un desierto? ¿Por qué vuelve a mirar a la fosa?

El corazón del hombre sigue privado de Dios. No escucha su voz y la confunde con sus propios ídolos, con esas voces salidas de la oscuridad de un alma materializada.

Hay muchos espejismos en el camino que nos hacen caer en tierras desiertas, arenas movedizas y abismos. Espejismos pintados de una falsa paz, una alegría vacía, un mañana inquietante, un presente placentero y fugaz, una fe sin rostro, una causa errada, una lucha vencida... Es tan sólo vanidad.

Vuelve tu mirada al Hombre, al que dio todo por muchos, al que lavó nuestros pecados con su sangre, al que pagó nuestra deuda a un alto precio.

Si tan solo pudiera mirarlo... Dichosos los que creyeron sin necesidad de pruebas. Dichosos los que creyeron sin haberle visto.

¿Estás enfermo? ¿Padeces de una terrible cáncer? ¿Serás operado pronto? O, ¿estás en cuidados intensivos? ¡Dónde está tu fe!

No pierdas las fuerzas en espejismos. Aférrate al amor de Cristo, a un Dios que no vemos, pero sabemos de su misericordia; de su plan para con los seres humanos y todo lo creado.

¿Acaso todas nuestras plegarias son tan pocas para no detener y vencer el mal y la guerra?

Esfuérzate por aspirar a los bienes que están allá "arriba". Cada segundo de tu vida es tan importante para Dios. En tus manos está la decisión de hacer cada momento un gozo para el Padre Celestial, pues no quiere que nadie se pierda.

Así que, no dejaré de invocar su nombre santo y de ofrecer alabanzas; elevar mis plegarias incesantes y sinceras por ti y tu familia. Porque, la vida siendo una y tan breve, la verdadera felicidad está al final de todo. Es al final, que daremos cuentas de nuestros actos.