EN SU NOMBRE
- estradasilvaj
- 7 jun 2022
- 1 Min. de lectura
«Escapad de esta generación perversa.»
Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día se les agregaron unos tres mil". (Hechos 2:40-41)
Los vientos del este arrastraban polvo y nubes que llenaban el suelo de basura y tierra de lejanas fronteras.
El sol permanecía inmóvil arrojando calor y llamas en los techos; se arrastraban las sombras de los hombres doblados por el acero de la esclavitud.
Llegó el Apóstol y con voz fuerte habló a la multitud. La ciudad ardía de lascivia y corrupción. Sus rostros quemados y labios secos teñían los aires de pecado.
Era una generación perversa. De sangre sus manos estaban y su corazón acobardado. Se escudaban de pertrechos y de armaduras tórridas.
"Convertíos y bautizaos todos en nombre de Jesucristo para que se os perdonen los pecados", dijo el Apóstol.
Los tiempos viajan y avanzan dejando estelas. Las generaciones llegan, pasan y no vuelven.
Es tiempo de cambiar para una vida buena. Una vida en Cristo.
Los profetas vienen y van. Sus palabras hacen eco en los corazones libres y no esclavos. Pero es a la esclavitud a la que está llamada a la libertad.
Es tiempo de abandonar los caminos viejos y sucios, y retomar la senda del bien y la justicia. Es tiempo para amar y perdonar, de bajar la espada y abrazar la paz.
En su nombre te bautizo y te bendigo. No peques más.
Aquel Apóstol llamado Pedro prosiguió su camino dejando atrás la huella profunda de una generación nueva.



Comentarios