EN EL CRISOL DE LA VIDA
- estradasilvaj
- 7 jun 2022
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 16 mar 2023
Recibí unos vídeos de niños cristianos ucranianos. La voz y música que acompañaban aquellas palabras llegaron a lo más profundo de mi corazón.
De inmediato, mi mente se transportó a esos lugares ahora derruidos por las bombas y misiles. Y pensé:
¿Qué esperamos Señor lograr de tan enorme tragedia que ahora vive Ucrania, pero que no hace mucho vivieron otras naciones asiáticas bajo los misiles de Occidente?
¿Qué pretende el corazón del hombre? Si vacío está de tu Palabra, qué esperanza habrá para todos?
Clamamos a voz en grito, Padre del Cielo. Devuelve la paz a nuestras vidas, que vemos reubicarse las posiciones de naciones poderosas en busca de dominio. El hombre poderoso es insaciable en su deseo loco de poseer y dominar.
Ayer, en el ocaso de la tarde, nos sentamos junto a los niños a contemplarlo todo. A darte gracias por la vida y lo recibido con alegría. Cantamos y oramos por los miles de niños, adolescentes y jóvenes que huyen del horror.
La vida se acrisola. Se va escapando entre los rayos del sol del día que se apaga. Allí, estás Tú, oh Señor. Tu Cruz que ilumina las noches tenebrosas y llenas de espanto.
Escucha Padre, nuestro clamor. Acude en auxilio de quienes te invocan. No ocultes tu rostro.
Que la Pascua sea el advenimiento de una paz duradera para todos. Que volvamos a casa, regresemos vivos para abrazarnos y darnos un ósculo fraterno.
No dejes que las garras de la muerte venzan a la vida nueva en Cristo triunfante. Amén.




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