EL PERFECTO IMPERFECTO

El matrimonio es una conjugación verbal complicada. Es un lenguaje que requiere tiempo, paciencia y mucha confianza. A unos les va bien, a otros mal.

Cinco consejos para los casados y para quienes tienen parejas:

1. No sea simplista ni ingenuo. El matrimonio es una responsabilidad compartida. Se hace cada segundo con detalles y contrariedades.

2. Aprenda a escuchar y podrá comunicarse con su pareja. Hay flaquezas y debilidades, reconocerlas y perdonarlas implica también una conversión constante a la fidelidad del primer día.

3. No es un ejercicio de cálculo ni de ensayos. Es una relación de personas que juntas buscan amarse y crear una familia no idealizada, sino calada de valores humanos.

4. No es un juego adolescente, es un enfrentarse al mar abierto de la vida e ir tomando decisiones serias frente a las circunstancias, a los hechos, a las realidades, a las adversidades y desafíos.

5. El perfecto imperfecto del amor matrimonial. Todo amor se construye. Llega la chispa, pero si dejas que se apague o que te queme, te verás mal.

Si quieres hacer de tu matrimonio un lugar perfecto para vivir, lleva a Cristo al centro de tu vida, con honestidad y fidelidad, sin eufemismos ni engaños.

No hay mayor amor que aquél que perdura en el alma.