EL OCTAVO MES
- estradasilvaj
- 7 sept 2022
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Agosto termina y han ocurrido muchos acontecimientos en nuestras vidas, en el país y en el mundo. Ya el curso del año entra en la etapa final con gran rapidez.
Les comparto esta pequeña reflexión.
El rescate de la misión pastoral.
Rescate, porque las personas se cansan de luchar, de esperar, de orar... Sus hijos se van buscando nuevos formas de sobrevivir, los más pequeños van creciendo sin una familia completa, los ancianos se van quedando solos y los templos casi vacíos.
He tenido que salir al rescate del dolor y la desesperanza, del abandono y la frialdad.
Del hambre del más pequeño y frágil, de la enfermedad que sume a muchos, de la pérdida del amor en las parejas con niños, de la infidelidad o del engaño cruel.
Se me hizo muy pequeña la bolsa para llevar el pan a los que no tienen, la leche y los cereales a quienes lloraban, el medicamento al enfermo, las vendas para sanar sus heridas... Las palabras se hacían tan inútiles ante el dolor de aquella mujer ilusionada y feliz con sus dos gemelos, pero quedó abandonada de un día a otro se vio sola, despreciada. Como la criada de Sarai, Agar que fue expulsada al desierto con su hijo Ismael. Pero el ángel del Señor no les dejó morir. (Génesis 21: 8 y siguientes)
La tarea de un misionero de Cristo es llevar vida donde no la hay, esperanza y fe a quienes se consideran ya perdidos, amor y consuelo donde el dolor y el sufrimiento han destrozado vidas humanas, valor a quienes se han acobardado y fortaleza a los débiles.
Tengo que rescatar este rebaño que se me ha confiado. No perder ni una oveja, protegerlas de los lobos y embaucadores.
De Dios proviene la fuerza y el poder. Pero necesito el apoyo de quienes también aman a Dios y tienen capacidad para ayudarme.



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