EL MÁS CERCANO, EL MÁS DIFÍCIL
- estradasilvaj
- 29 nov 2022
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Me ocurre con frecuencia que las personas más próximas, son las más difíciles. Las que permanecen más distantes, no son tan complicadas. Pero eso es una suposición.
Quiero reflexionar sobre cómo mantener una relación positiva y asertiva con personas conflictivas e incluso agraviantes.
Hay quienes dicen que es mejor callar o no involucrarse. Yo soy de la opinión que hay que encarar al sinvergüenza, ladrón, criminal, bocón e indiferente. Porque en las calles me encuentro a gente que aparentan ser buenas personas y en realidad tienen un largo expediente oscuro y bochornoso. Así que se me ocurren tres actitudes básicas frente a personas que lastiman, son embusteras y farsantes.
1. Si éstas viven contigo, no dejes que su lenguaje y mentalidad te influencien. Mantén relaciones de cortesía y respeto. Jamás deposites confianza en ellas. Si la vida te la hacen imposible, es saludable buscar otro lugar. Como cristiano puedes ejercer una labor de sensibilidad y apertura a valores que ellos desconozcan. Ora por ellos, invítalos si es posible.
2. Demuestra la diferencia del bien y el mal. Qué ganan siendo hostiles, qué beneficios trae a sus vidas y familias? Si no les importa mucho, es un carga vencida. Como cristiano no olvides la importancia de orar por quienes a Cristo vino a salvar. Procura que los menores sean los menos afectados y se hubiera algún camino posible, persuade que lo tomen. El destino se hace y deshace en segundos.
3. Dar acogida al convertido. No se debe dejar en la calle desangrándose al herido. Abre bien los ojos y comprueba que no sea una trampa. El amor al prójimo es misericordioso, pero cauteloso. Yo he sido víctima de engaños y he aprendido a sorprender al tramposo.
Casi estoy seguro que nuestras plegarias por nuestros enemigos tienen un gran poder sobre sus vidas. Seamos perseverantes.




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