top of page

EL LLAMADO A LA SANTIDAD

  • Foto del escritor: estradasilvaj
    estradasilvaj
  • 8 jun 2022
  • 3 Min. de lectura

"Porque escrito está: SED SANTOS, PORQUE YO SOY SANTO" 1 PEDRO 1:16

En las Sagradas Escrituras el libro del Levítico nos habla de este llamado a la santidad, y me parece oportuno escribir sobre esto, porque la santidad es un llamado para todo hombre y mujer.

La santidad no es un mérito propio, es un llamado que el mismo Dios hace a todos.

Pero, qué significa la santidad, el ser santos?

Si recorremos la historia cristiana y humana, nos encontramos con personas cuyas vidas la entregaron totalmente al servicio de Dios y al prójimo, de diversas maneras.

Pienso que en un mundo en el que hoy vivimos, tan lleno de torbellinos, dudas, pruebas, de grandes abismos mentales y avances extraordinarios en muchos campos, la figura de este adolescente de apenas quince años, impele la conciencia de una sociedad mundial y local atemorizada, casi loca, sumergida en vicios y riqueza material, pero también sedienta de Dios y de paz.

Cuando Moisés subió al Sinaí, quedó admirado de aquel portento, y la voz le dijo: "Quítate las sandalias, que el lugar es santo".

La gente veía a Moisés con el rostro radiante, luminoso. Y recordamos aquel encuentro de Jesús con Moisés y Elías, o la llegada del Espíritu Santo a los Apóstoles sobrecogidos de miedo, e innumerables sucesos que aparecen en la Biblia hasta nuestros días.

Lo primero que debemos de reconocer es que Dios continúa vivo, presente entre nosotros. Dios vive!

Esta conciencia en el interior de todo hombre y mujer es vital. Sin ella, seríamos unos seres como cualquier otro. La conciencia en el corazón y mente humana de que Dios no sólo existe, sino que está vivo, hace cambiar la perspectiva en el mundo, su estado persona, su sentido y fin.

Como dice San Pablo: Dios no es un dios de muertos, sino de vivos.

Lo segundo es que todo ser humano ha sido hecho para el conocimiento de Dios. Por eso, Jesús nos recuerda lo ya escrito en la ley mosaica: "Amarás a tu Dios con toda tu mente, con todo tu corazón, con todas tus fuerzas". Esa ley deberá estar impresa para siempre en el corazón humano y recordada a las siguientes generaciones, y en todo tiempo y lugar. Por qué? Porque el hombre proviene de Dios y camina hacia él.

Lo tercero, es que el hombre sin Dios se hunde en el vacío y en los peores vicios. El orgullo y la soberbia propios de Satanás, cautivan con facilidad a hombres y mujeres brindándoles comodidad, placeres y sueños codiciosos. Una vida vacía, cuyo fasto y legado queda a otros, muriendo como los animales, nos dicen las Sagradas Escrituras.

Todavía es peor aún, aquellos que utilizan el nombre de Dios y su Palabra para infamias, pecados, terror y hambre, muerte, sedición y esclavitud. Ellos nunca verán la luz divina, ni alcanzarán la santidad.

Así que, Carlos Acutis, este adolescente cuyo cuerpo no se ha corrompido, porque Dios lo ama, su beatificación, el hecho de considerarlo un santo no es una tontería o una simpleza.

Significa un recordatorio para todos que nos dice:

Dios es santo! Dios vive! Y vive en cada hombre y mujer quien está llamado también a la santidad.

Dios está en el alma humana, y es real ese deseo de conocerle y de amarle. Amarlo en espíritu y en verdad.

Carlos lo amaba así y lo encontró en la Sagrada Eucaristía. En ese encuentro personal, tangible, real, profundo y verdadero.

Dios está en la mente humana y el deseo de saber, crear, innovar, viajar a lo más lejos... Está en la naturaleza humana, y es bueno. Lo contrario a ello, es la destrucción y egoísmo vano y soez.

Dios está en el prójimo, en ese que es despreciado y lo expoliamos. No podemos seguir ignorando al pobre, huérfano, emigrado, asesinado.

En medio de inimaginables y dramáticas, crueles realidades el rostro de este joven es una invitación clara a todos los jóvenes al servicio de Dios y del prójimo.

Vocaciones llamadas a la santidad, porque la santidad no es más que gastar alegremente la vida para Dios y para los demás.

Y no precisamente, para ser un clérigo, pastor, religioso, misionero.... Sino también, en la vida matrimonial, a lo largo de toda la vida.

Porque la vida, siendo vista y entendida como un llamado personal de Dios a ser santo como Él, lo es, es todo un camino por hacer. Largo o corto, duro o alegre...

Empiece a vivir su vida con un propósito magnífico, y le diré que los abrojos y pruebas las vivirá con las fuerzas y las alegrías de un santo.

Dios bendiga su vida y familia, le muestre su rostro santo, dé la paz y el gozo sin fin. Amén.

ree

 
 
 

Comentarios


Publicar: Blog2_Post

Formulario de suscripción

¡Gracias por tu mensaje!

50557600273

  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn

©2021 por Brother George. Creada con Wix.com

bottom of page