EL HOMBRE QUE PERDIÓ A SU FAMILIA

Hay muchos hombres como esos, solos, tristes y fracasados. Que van terminando sin creer en sí mismos y en los demás.

Nadie nace aprendido, pero sí con sentido común, y hay escuelas, colegios y universidades, buenos amigos y profesionales; pero si has despreciado todas esas oportunidades, te hundes en el error y un vacío oscuro y frío.

He conocido a un hombre que ha perdido a su familia, es más, porque él mismo ha vociferado y mentido en su favor. Qué pobreza más grande! No merece ser llamado "padre o papá ".

Ser padre es una tarea que muy pocos hombres la asumen con amor y responsabilidad. Es triste, porque los hijos necesitan un buen ejemplo de padre. Incluso, ponen en riesgo el éxito de una relación, convivencia y felicidad de su matrimonio.

A este hombre, a este padre y esposo le digo que oro por él, que no todo está perdido si hay amor en su corazón. Si no lo hay, vivirá solo y triste como la hojarasca en el suelo, que el viento se la lleva sin rumbo alguno. Si no hay amor, no hay luz alguna.