EL ENSAYO
- estradasilvaj
- 8 jun 2022
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Hoy me he levantado antes de la campanada de la parroquia, apenas conseguí dormir cinco horas.
Muy puntualmente estaba junto a otros diez padres de familia para un ensayo de la promoción de tercer nivel.
Fue una gran oportunidad de conocer a los padres y madres de los cincuenta y dos niños. El ensayo quedó muy bien y al final, desayuné con un par de madres y sus pequeños.
La escuela es un lugar hermoso si la familia es parte de ella, si la familia está integrada en la vida escolar de los hijos.
Es la época de promociones, fiestas y otras sorpresas. Lo importante es que estas actividades no se queden en la fiesta, sino que trascienda a la familia.
Se me ocurren algunas ideas para que los padres aprovechen junto a sus hijos estos hitos en la vida de toda familia.
1. Felicite y goce con sus hijos el año escolar que han culminado. Mal o bien, ellos han aprendido conocimientos y destrezas nuevas. Destaque todo lo bueno que hayan aprendido y anímelos a continuar adelante con actitud positiva.
2. Refuerce aquello que no hayan comprendido o aprendido bien. La escuela no es todo. Muchos aprendemos en la calle a lo largo de la vida. No pierda tiempo regañando o bajando la moral de sus hijos si no cumplieron bien. Siempre hay hay razones y éstas se encuentran en el hogar.
3. No se contente con mediocridades. Recuerdo que el año pasado el gobierno por la situación de crisis nacional instruyó en todos los centros educativos la "promoción inmediata superior". Eso fue un craso error porque muchos estudiantes que no habían hecho nada por estudiar se encontraban ya en el siguiente nivel académico, arrastrando asignaturas que no aprobaron debidamente.
La mediocridad es propia de los perezosos y fácilmente son quienes son más engañados para vivir de la limosna, sin trabajar. Eso es inadmisible en una sociedad que busca elevar su nivel de calidad de vida. Es aberrante en el sistema educativo. No deje que sus hijos sean tratados como mediocres.
4. Los padres de familia deben ser más activos y participativos en la vida escolar de sus hijos. Con limitaciones algunos acompañan y ayudan a sus hijos en los estudios y le exigen alto rendimiento.
Enseñe responsabilidad siendo usted responsable; enseñe puntualidad, siendo usted puntual; enseñe organización, siendo usted organizado; enseñe limpieza, siendo usted aseado; enseñe moralidad, siendo usted educado y respetuoso...
5. La escuela debe dejar de estar pidiendo dinero todo el año. Eso es improcedente, a menos que sea alguna emergencia o campaña. En este sentido debe organizarse junto con la Asociación o Junta de Padres las actividades y buscar financiamientos sin afectar demasiado el bolsillo de las familias. Hay muchas familias que tienen limitaciones. Transparencia, efectividad, organización y participación de todos es responsabilidad.
Ciertamente, hay que educar en la generosidad, pero existen métodos adecuados. Hay que educar en la solidaridad, el compartir, la bondad y saber ofrendar. Pues todos en algún momento de nuestras vidas siempre necesitamos del apoyo de los demás.
Hay quienes despilfarran en fiestas y regalos, es su dinero. Pero cuando se les solicita apoyo y solidaridad, dan la espalda. No les gusta que le toquen su bolsillo.
Recuerdo aquella viejita que dio lo único que tenía que comer. Fue una enseñanza que enalteció Jesús. (Lucas 21:1-4)
6. La educación estatal debe dejar de dar todo. Sí tiene que poner al alcance de todos los medios para educarse y formarse con calidad y excelencia. Pero un pueblo que se le acostumbra a recibir todo de gratis, se vuelve mediocre y perezoso. Hay que enseñar a la gente a esforzarse y trabajar duro, con entereza y responsabilidad.
7. Y que pasó con los valores y principios? Están ausentes muchas veces. Ideologizar políticamente la educación es lo más temible. No debe permitirse legislativamente porque divide, polariza, y lo que es peor, fomenta la lucha de clases sociales y antivalores que dañan la convivencia, el respeto y la paz social.
8. El modelo evaluativo. Cómo saber si realmente el estudiante ha aprendido bien, si es capaz de solucionar problemas, si se está desarrollando adecuadamente como persona o, va en camino al fracaso y deserción. Porque hay quienes repiten una, dos o tres veces. O pasan en las aulas universitarias haciendo política y nada, malgastando los recursos de los que tienen también derechos otros mejores que él.
Un modelo evaluativo debe ser integral, exigente, científico, práctico, evolutivo; que libere y no encadene o aliene, que fomente la diversidad, las capacidades interiores, la voluntad y la razón.
9. Los valores espirituales. También los centros no confesionales deben contribuir a la formación de los valores espirituales, no necesariamente cristianos o de cualquier otra confesión religiosa. Valores como el amor y respeto, honestidad y cordura, mansedumbre y misericordia, humanidad y solidaridad... Esos valores que nos hacen ser mejor personas, más humanos.
Viviendo y practicando esos valores desde la niñez, será más fácil comprender el valor de la oración, la existencia de Dios, la búsqueda de la verdad, el por qué la importancia de llevar una vida desprovista de egoísmos y odios. Seguro estoy que si los centros educativos confesionales, quienes tienen una gran cuota de responsabilidad por su identidad, y los estatales colocaran en su escala a estos valores, antes que los científicos o económicos, el mundo, el país, la sociedad y la familia serían mejores.
10. Educación y economía. Como última reflexión dejo el gran problema que sumerge a unos en pobreza y guerras, y a otros en bonanza y paz. No escribí riqueza, porque eso no es un fin o la panacea tercermundista.
La educación en todos sus estratos debería centrar sus esfuerzos no en los fines, sino en los medios; en la persona y no en la fama, ambición u opulencia.
Qué nos queda al final de nuestras vidas? La satisfacción y alegrías de haber vivido en paz, con satisfacción y haber hecho mucho bien al prójimo. En fin, "al final de nuestras vidas seremos juzgados por el amor". (San Juan de la Cruz)



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