EL DIOS OLVIDADO
- estradasilvaj
- 7 jun 2022
- 2 Min. de lectura
He caminado desde temprano por las calles de un barrio quizás peligroso. La mayoría trabaja en el Mercado Oriental.
Me he acercado a algunas casas conocidas y he visto la pobreza y abandono en que viven. Les he hablado del mensaje de la Cuaresma y si deseaban recibir la ceniza. Algunos la recibieron, otros se mostraron indiferentes y reacios.
No comprendo porqué viviendo en condiciones tan indignantes, no confían en un Dios misericordioso y lleno de bondad. Pero no es así. Muchos lo alaban con sus labios, pero su corazón ciertamente está lejos de Él.
Algunos despreciaron la gracia y prefirieron vivir de una manera trastornada.
Qué clase de fe vive la gente cuando comienza a tener hambre porque no hay pan en la mesa, no hay empleo, no hay oportunidades?
Por qué sus oraciones y cantos son sólo palabras y música que no van más allá de las paredes del templo?
Sus vidas siguen enfrascadas en marañas de gritos, pesadumbre y angustia?
Me he ido dentro del Mercado Oriental y la gente vivía la misma rutina. Una ciudad de sobrevivencia, extraños y ausentes. La vida en un mercado es de una lucha sin cuartel por seguir existiendo.
Así que, por un lado me encontré con un fariseísmo, un ateísmo grávido; y en otro ángulo, la de un Dios ausentado.
Precisamente, la Cuaresma nos da a los cristianos la ocasión de mostrar el camino hacia un Dios que está presente en nuestras vidas, hogares y centros de trabajo.
Es el hombre y la mujer que se distancia, enmascara, cambia, idolatriza a Dios.
No podemos ocultar a Dios porque Él es Luz perpetua, hacer un ídolo porque es Espíritu, manipularlo porque es la Verdad de toda inteligencia.
Cuaresma es un senda espiritual hacia el misterio mismo de Dios. Hacia la revelación del plan de Dios, su Hijo Jesucristo, donde se cumplen todas las promesas.
No continuemos entonces rechazando o siendo fríos al amor que Dios pone a nuestra vista. Ese amor que se traduce en misericordia, compasión, generosidad... Valores humanos limpios de ideologías, pensamientos e intenciones mezquinas y egoístas.
Está Cuaresma nos dice: "Dios no se ha olvidado de ti".
Pues, "buscad al Señor mientras puede ser hallado, llamadlo en tanto que está cercano". (Isaías 55:6)
Mi corazón es incansable en su búsqueda, en el rostro del más olvidado y despreciado hambriento y necesitado también de su Amor.



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