EL CRUCIFIJO DE LA PARED
- estradasilvaj
- 12 ene 2023
- 1 Min. de lectura
Entre en la habitación y estaban conmigo una pequeña cama, una silla, una mesa y un crucifijo en la pared. Iniciaba mi encuentro con Jesús.
El director leyó las orientaciones y horario. Cada uno se dispuso. La capilla permanecía abierta a las almas.
Nos reunimos para las Vísperas. Las lecturas de salmos me remontaron a tiempos antiguos sucedidos de cantos latinos. El recinto se llenó de una serena paz donde los latidos del corazón se pusieron a un ritmo desacelerado y la mente viajó.
Sentía el mundo agitado en otra dimensión y mi exasperada alma recobraba su hogar en medio de alabanzas y cantares. Se fundieron mente y latido en una partitura de inmenso gozo celestial y ya no había más turbulencia ni engaños. Era solo paz circundante.
La capilla fue quedando vacía y el Crucificado pendía del madero, solo y en el silencio.
"Señor, Dios mío, heme aquí con todo lo que soy y tengo. Mi alma gravita y como luz perdida busca tu favor. Me conoces mejor que yo, pues aprietan el cuello mis pecados. Librame de este infame dolor. Estoy arrepentido de mis ofensas contra Ti y contra quienes me rodean. Desata estas cadenas que atrastro y libérame de todo mal.
Hazme digno de enjugar mis lágrimas en las sagradas llagas de tus pies y vivir aferrado a tu amor clavado en el madero santo.
Heme aquí con todo lo que soy y tengo. Revísteme de tu misericordia, abáteme y rindido estoy a tu Palabra. Seguirte quiero para siempre. Amén".

Comments