EFÍMERO ES EL TIEMPO

De vuelta a casa, he visto como el tiempo se lleva las horas y los minutos, como la hojarasca que arrastrada por el viento, al cauce se amontona.

Hombres consagrados a su escritorio en oficinas y escuelas, al mercado y a la tienda, a la tierra y a la fábrica, al enfermo y al turista... Mas, hay hombres, que a la sombra del árbol amanecen bebiendo el elixir de caña, arroz o maiz, embriagando la vida. Hombres sin meta ni rumbo, su nombre es un mote y se apaga en la desesperanza de los suyos. Hombres sumidos al robo, a la injusticia y la corrupción. Sus planes no prosperarán y una gran desgracia les espera.

"Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo; Siembra las discordias". (Proverbios 6:14)

Qué triste mal hace un hombre que enseña a su hijo, a caminar en los vicios. Qué triste mal hace en heredar vergüenza y una historia vacía de sanos y buenos ejemplos. Qué triste ver a los hijos hambrientos de pan y saber.

No se da cuenta que la vida es tan corta como la vives. El hombre bueno se va pronto, mas el malvado un tiempo más tarde.

De qué sirve correr tanto, si no gozas de tus frutos. Y, si empiezas a gozar de ellos, tan poco tiempo te resta.

El tiempo es efímero, y la felicidad es un sabor que se desvanece muy pronto.

Vive el hoy con alegría y generosidad. No desprecies los pequeños detalles y sorpresas de la vida. No te afanes en gozar de placeres, que tan efímeros son como el tiempo.

Pues Dios "todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin". (Eclesiastés 3:11)

Alarga tu vida en el bien y la justicia. Fortalece tu espíritu en las pruebas y fracasos, traiciones y enfermedades. Da gracias cada día, pues no sabes si tendrás mañana.

"Bendeciré al Señor en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca". (Salmos 34:1)