DOLOR AJENO, AMOR CRISTIANO
- estradasilvaj
- 11 oct 2022
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Sé que es el dolor, el sufrimiento y la angustia en el corazón.
El dolor de los que sufren, conocidos o no, amados o no lo considero también mi dolor. Porque soy tan humano como ellos y por ser cristiano, no puedo ser indiferente. Aunque sea la persona más detestable del mundo.
Mi lista de personas por las que oro cada día se hace extensa. Ha sido tanta que me ha afectado. Pero con la ayuda de Dios, de su Amado Hijo Jesús y de la Madre Santísima estoy venciendo la fragilidad y ese sufrimiento interior.
Todos vivimos nuestros propios dolores y muchas veces callamos, soportamos estoicamente. El dolor y sufrimiento son ocasiones de crecimiento y fortalecimiento espiritual, interior y de aprender que nuestro cuerpo y espíritu necesitan de nuestra atención; de demostrar que tan humanos y cristianos somos en verdad.
La muerte de un ser amado o amigo es devastadora. Pero yo he encontrado que en mis lágrimas y desgarre interior, en esa soledad inconsolable sólo Dios nos llena con su amor.
No seamos insensibles a tanto dolor humano, acerquemos nuestro corazón al doliente, demos nuestro apoyo y oremos con sinceridad y confianza que esta vida es tan sólo un camino para el Cielo.
Me uno a sus dolores y los recuerdo con cariño y piedad en sus momentos difíciles. Dios siempre está ahí, al lado de nosotros.




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