DESPIERTA PASCUA
- estradasilvaj
- 29 abr
- 2 Min. de lectura
Despunta el alba en monte callado,
y el cielo canta, ya no hay quebranto.
Del vientre oscuro de roca y llanto,
brota la vida, vence el sepulcro helado.
¡Oh dulce mañana de sol encendido!
Las piedras se apartan, el velo se quiebra,
y el Cristo doliente, por muerte vencido,
resucita en gloria: la tumba celebra.
¡Qué leve perfume de lirios despierta
en la huerta silente donde Él fue llorado!
Un soplo de cielo abre la puerta
y en voz de María, el nombre es llamado.
“¡Rabboni!” resuena como río en el pecho,
y el corazón tiembla de amor tan cercano.
¡El Maestro está vivo! El dolor deshecho,
resplandece en sus manos el sello cristiano.
La cruz, que fue sombra, es faro y promesa.
El madero de espinas, jardín florecido.
La sangre vertida, la más dulce mesa.
La lanza que hirió, ahora es camino.
Los cielos proclaman el triunfo divino,
y el canto de aves parece oraciones.
¡Resucitó el Cordero! El tiempo se inclina
ante Aquel que vence todas prisiones.
¡Tierra, despierta! ¡Grita, creación!
Ya no hay cadenas ni noche en la historia.
Cristo ha vencido, canta el corazón:
el pecado fue roto, es nuestra victoria.
Ni tumba, ni miedo, ni muerte lastima.
Su paso ligero borda la mañana.
La Vida camina, la Gracia se anima,
y el mundo respira fe soberana.
El sol no se esconde, ni el alma se esfría,
pues brota esperanza como agua en sequía.
El Amado nos llama, su voz nos envía,
a anunciar al mundo que el Amor vivía.
¡Oh Pascua bendita, abrazo de Dios!
Tus huellas de luz nos guían sin prisa.
Aun entre sombras, nos basta tu voz:
“¡Yo soy la Resurrección y la Vida!”
Con cada latido, con cada suspiro,
con cada sonrisa, con cada dolor,
el alma repite aquel gozo tan vivo:
¡Cristo ha vencido, Cristo es Señor!
No hay piedra tan dura que Él no remueva,
ni noche tan larga que Él no ilumine.
Su Pascua florece, su Reino se lleva
a todo corazón que por fe camine.
Y así, cada año, revive el asombro:
la tumba vacía, el ángel que espera,
las lágrimas limpias del rostro más hondo,
y la paz que desciende como primavera.
Resucitó el Amor, y el mundo florece.
Los valles se llenan de nueva canción.
La cruz ya no pesa, el alma agradece.
¡Es Pascua! ¡Es vida! ¡Es resurrección!
Comentarios