DE REGRESO DE LA FRONTERA
- estradasilvaj
- 18 oct 2022
- 1 Min. de lectura
Cuando recibimos el aviso de tan inesperada noticia, nos rompió el corazón. No encontraba palabras de consuelo... las lágrimas inundaron nuestros rostros; nuestros corazones rompieron en llanto.
Todo sucedió tan rápido. Nos reunimos los mayores y nos organizamos para hacer frente a semejante dolor en la familia.
En menos de una hora, nos pusimos en marcha a la frontera. Unos, a cargo de los procesos legales, otros de los niños en casa. Teníamos que preparar todo, aún lo inesperado.
Un amigo, al saber la noticia nos regaló una vaquilla para que pudiéramos conseguir los fondos para los gastos. No teníamos idea de cuánto serían... Aún, con la confianza puesta en el Señor, abordamos la camioneta y emprendimos el viaje.
De camino, para conseguir las fuerzas... empezamos a rezar el santo rosario. Las lágrimas no nos abandonaron y nuestros abrazos fueron el mejor cobijo.
Al llegar a la frontera, los amigos no faltaron. Una inmensa solidaridad se reunió en ese encuentro. Recibimos toda clase de apoyo, y salvando los procesos legales, emprendimos el regreso un poco más tranquilos, pero apesarados.
El regreso no fue tan largo... al llegar al final de la tarde, muy agotados, todo estaba casi listo. Vecinos, familiares y amigos se convocaron y nos esperaban entre curiosos.
Tuve que ir corriendo a Emergencia porque la presión arterial se disparó y no me sentía bien. Al llegar, todo se fue normalizando. Había sido un día con mucha carga emocional.
Ahora, entrada la noche, nos refugiamos en nuestras plegarias, en el inmenso amor del Señor y de su gran misericordia. El viaje de nuestro amigo apenas empezaba. Descansa en paz Miguel.




Comentarios