DE NUEVO Y SIN MIEDO
- estradasilvaj
- 8 jun 2022
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Llevaba varios días sin escribir, antes y después del atentado en contra la Capilla de la Catedral Metropolitana de Managua donde se resguarda la imagen de la venerada y muy amada Sangre de Cristo, acompañada por un Sagrario que contenía hostias consagradas.
Yo me encontraba muy cerca de los hechos y guardé silencio por varios días, hasta hoy. He estado meditando y orando por todos los sacerdotes, católicos y cristianos. Orando y estando muy al lado de muchos niños y sus familias, acompañando a la mamá de Braulio que poco a poco va saliendo de su gravedad.
Los presentes signos no son más que una evidencia del Mal que habita en el corazón de muchos hombres y mujeres, que han preferido las tinieblas a la luz.
Pues, no todos están llamados a la luz porque rinden homenaje a dioses que no tienen vida.
Quiero dejarles tres reflexiones desde estos acontecimientos en contra de la fe cristiana y de la Iglesia Católica.
1. El Mal no prevalecerá. Aún así, vendrán mayores pruebas para los católicos y cristianos, pues la salvación no es un camino fácil. Es para hombres y mujeres valientes y fieles, que no reniegan ni niegan a Cristo y a su Iglesia.
No debemos temer. El cristiano no es un cobarde. Se pone en pie y canta alabanzas, alza su voz y grita el Nombre del Señor; se arrodilla y acepta con fe la voluntad de Dios.
Cómo debemos combatir todas estas barbaries en contra de nuestra fe y de nuestro Dios Padre y Amado Hijo Jesucristo?
Viviendo los Mandamientos de Dios; leyendo y cumpliendo su Palabra escrita por los Santos; orando sin cesar por nuestra salvación y la conversión de nuestros enemigos; creyendo en el Poder de Dios, en su Misericordia; acudiendo al maternal amor de nuestra Madre, María Santísima rezando el Santo Rosario todos los días...
El Mal no prevalecerá si hacemos el bien, obras de caridad, si acudimos en pos de aquellos que son excluidos y marginados. Si sobre todo, obramos con justicia.
El Mal no prevalecerá si infundimos el amor a Dios en los hijos y nietos, en los adolescentes y jóvenes frente a un mundo plagado de engaños y mentiras, de falsos deseos y bienestares, pues tan sólo son escapes a la realidad.
2. No abandone a su Pastor, a su Obispo y a su sacerdote. No lo deje solo.
Ya los templos se abrirán de nuevo y volveremos a escuchar su Palabras y compartir el Pan Sagrado. Pero hay quienes planean atentados y sacrilegios, para llenarnos de miedo. Ellos son los apóstatas!
Recordemos que la Iglesia es Madre, es el lugar de redención y dónde podemos acudir con libertad al encuentro con Dios.
El Sacerdote es un hombre tan frágil como usted y yo, pero en Cristo somos más fuertes que cualquiera otro. Somos vencedores.
Jesús nos ha dicho que si nuestra Fe fuera del tamaño de una semilla de mostaza, tan minúscula, podríamos decir a un árbol que se moviera de lugar, y se haría. Ahora, todos juntos, como Iglesia, cuánto podríamos hacer para un mundo mejor!
Ya han transcurrido casi seis meses de encierro. Y todos estamos urgidos de volver al trabajo. No de volver a una vida vieja y llena de errores. Sino, a una vida nueva, diferente. Porque si no lo fuera, todo esté tiempo ha sido una pérdida de tiempo. Un encierro sin sentido donde perdimos mucho y ganamos poco o nada.
Regrese a la iglesia, y diga a su sacerdote o pastor que no está sólo. No más engaños ni mentiras. Queremos vivir una vida genuina, auténtica, plena en Jesucristo, quien salva.
3. Vivir una fe más allá de las imágenes y costumbres.
Cuando vi la imagen de la Sangre de Cristo calcinada me causó gran tristeza, pero no horadó mi corazón, ni entibió mi fe.
Los católicos debemos entender que las costumbres e imágenes religiosas de Cristo, María y de cualquier hombre o mujer de vida santa y ejemplar es tan solo un recuerdo amado y venerado, pero nunca alabado y endiosado. Porque hay un único Dios, que es espíritu, y que vive en nosotros como un hálito, como un alma con propia identidad.
Por eso, es que la vida humana es sagrada y debe ser protegida y respetada.
El verdadero templo es Cristo. Y Él escoge a los suyos. Seamos dignos de ser parte de su redil.
Recordemos que la Cruz es el camino hacia la Gloria, porque en ella Cristo dio su vida, cerró el trato, derramó su sacratísima sangre la que nos lava del pecado.
Con la Cruz venceremos todo Mal y tentación; venceremos las tinieblas que hoy nos cubren; nos dará la luz frente a los engaños de hoy en día... Pues yo sostengo que está 'pandemia" ha sido un artificio de los poderosos para imponernos su régimen o demostrarnos cuan grande es su maldad.
Cree en el Señor Jesús y serás salvo... Tú y tu familia.
Seguro de ello, continúo con la obra que el Señor me ha encomendado como apóstol.
Alabado sea Jesucristo!



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