DE LOS TIEMPOS QUE PASAN
- estradasilvaj
- 31 may
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Vientos de lejos, tormentas llenas de espanto cubren las tierras lejanas. La ira del hombre ha despertado y no descansa más que en las cañadas solitarias de ciudades inexistentes.
¿Qué espera del mañana el hombre si el presente ya no es suyo? Vive atrapado entre la discordia y la furia, en el engaño y la pestilencia. Su mano atada al arma, ha dejado la caña y la tierra fértil de trigo; su mesa aplastada entre derrumbes, pues los manjares se pudren en las bodegas.
¡Qué tiempos pasan! ¡Qué tiempos se nos escapan! Solo palabras y letras, fantasmas en las redes y el dolor tragado por la tierra en calles y cementerios. El grito se esfuma en el trueno del misil que esparce muerte por doquier. Lágrimas abriendo los valles verdes y montañas nevadas, congeladas en el olvido. Los pies cruzando tierras extrañas, sobrecogido de miedo y soledad. ¿Dónde está mi hogar?
Abrazo la cruz del Nazareno, llorando imploro porque pase todo y vuelve mi vida, regresen a mí los que han muerto. Madre, padre, hermano, amigo... han quedado atrás. Mi alma deshecha en pedazos, la guerra jamás rescatará mi vida perdida.
¡Qué tiempos pasan! Si sólo pasaran y jamás volvieran.
Me recuesto repitiendo vencido por el sueño: "Dios mío, amor mío, Señor mío, llévame contigo para siempre".




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