CÓMO TERMINAR UN DÍA

Hay muchas personas cercanas y desconocidas que terminan el día con noticias trágicas, lamentables y totalmente abatidas.

Ayer noche, decidí terminar el día llamando a cuatro amistades muy queridas. Una de ellas, la sentí triste por el deceso de una personalidad importante en la Iglesia; la otra, festejando el Día del Padre con su familia; la siguiente, dando gracias a Dios por la salud y el trabajo; y, la última, tras un día agotador tuvimos una conversación muy rica y llena de reflexiones.

Esta noche, decidí disfrutarla con unos sobrinitos muy listos y encantadores.

Lo que quiero compartir con ustedes, es la importancia del tiempo con las personas que están próximas a uno. Yo, en lo personal paso más tiempo con los niños que los propios padres que conviven con ellos día a día.

Todos los días veo a padres y madres que no saben cómo educar a sus hijos y de sostener una conversación constructiva.

Así que, quiero recordarles algunos elementos tan singulares que no debemos de olvidar en este largo confinamiento, que a la larga, es una magnífica oportunidad de consolidar la familia y de educar en la vida, a los hijos y nietos cuyo futuro está en juego.

Es más, como le

expresaba a unos de mis amigos: "Es la gran ocasión de aprender a ser buenos padres y madres, porque son los hijos los que nos enseñan a serlo."

1. Aprenda a conocer a sus hijos, a entablar una comunicación asertiva y que contribuya a elevar ambas autoestimas.

2. No siga gritando o amenazando a sus hijos. Ellos también quieren salir del encierro. Pero también, el encierro puede desarrollar personalidades conflictivas o ingeniosas.

3. Ore con sus hijos. El crecimiento de la fe hará que más adelante ellos tengan fortalezas interiores y descubran que el conocimiento de Dios es parte de su vida.

4. No obligue a su cónyuge a creer. Déjelo que el vaya madurando en su fe, pues la fe es una vivencia personal y profunda. Hay que ser respetuosos.

5. Disfrute los momentos en familia. No deje que el celular, la tv y la tableta le roben su valiosa relación y comunicación con sus hijos. Las redes sociales no deben invadir la vida privada ni el desarrollo de la personalidad. Las redes nunca educan.

6. Exprese su compasión, apoyo, solidaridad y acompañamiento llamando o escribiendo a un familiar, pariente, amigo, compañero, vecino... Sus buenas y sinceras palabras pueden rescatarle de un abismo o profunda tristeza.

7. Dé animo creyendo en la esperanza, dé alegría compartiendo su pan, dé valor demostrando fortaleza, bendiga al prójimo viviendo como el hombre que construye su casa sobre roca.

Viva cada día de manera armoniosa con su familia y con los demás. Por favor no permite que la insensibilidad y el egoísmo lo vuelvan vulnerable a la maldad, que tanto daño continúa haciendo en los corazones y mentes humanas.

Le ofrezco mi amistad y plegarias. Pues yo creo en el poder del amor y de un Dios que sigue a nuestro lado.