CÓMO PUEDES CELEBRAR EL DÍA DE LOS DIFUNTOS
- estradasilvaj
- 31 oct 2022
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Nuestra cultura cristiana ha sido invadida por costumbres extrañas y extranjeras. Ha ocurrido en tiempos de Jesús y después, en la Iglesia hasta nuestros días.
La celebración de los Difuntos es memorandum a nuestra condición humana y a nuestra trascendencia. Porque no todo acaba con la muerte. Me gustaría recomendarles, por encima de las costumbres profanas algunos actos que podemos practicar durante este día en familia:
1. Rece por los difuntos Este día la Iglesia recuerda a las almas de todos los fallecidos y reza por ellas. Esta tradición se realiza en muchos países cristianos y no cristianos desde la época prehispánica, en la cual se introdujeron elementos cristianos después de la conquista.
Por ejemplo: puede elaborar un pequeño altar en tu casa rodeado de fotos de los seres queridos, adornado de foto de una o más velas. Recordamos su memoria y su presencia espiritual en nuestros corazones. Al centro de este altar coloque un Crucifijo y la imagen de Nuestra Señora, la Dolorosa. Puede rezar el Santo Rosario o seguir la Liturgia de las Horas propia de este día. Este hermoso gesto unirá a la familia, atraerá bendiciones al hogar y Dios, que ve en nuestros corazones las intenciones, recibirá con agrado esta oración por sus familiares fallecidos.
2. Jesús es el centro de todo Para celebrar el Día de Muertos hay que poner como centro a Jesucristo, que con su muerte en la cruz asume la muerte de todos los hombres y le da nuevo sentido: ya no morimos eternamente, sino que estaremos con Él en el último día.
Esta verdad es literalmente importante y profundamente cristiana. Cristo es el centro de la vida, y gracias a su Pasión y Muerte, nos ha venido la Resurrección, una nueva vida.
Nuestra fe que Cristo no da vida eterna, impregnará en nuestra conciencia ese deseo ardiente de que un día estaremos junto a los amados contemplando la Gloria de Dios. Es pues, este día, oportuno para expresar sinceramente a Dios nuestro deseo por Él y de colocar en el centro de nuestra vida cristiana, a Cristo: luz, verdad y vida.
3. En comunión con los difuntos Esta celebración demuestra que la Iglesia está en comunión con los difuntos, está en comunión con las almas del purgatorio y las que están en el cielo. Este signo refleja que somos una sola Iglesia. Así lo expresamos en el Credo.
Así como declaramos como un acto de fe la Comunión con los Santos, también con los que han partido. Cierto es que no podemos hacer mucho ya, pero creemos profundamente que nuestras oraciones aún después de 10, 30 o más años, es escuchada con agrado por Dios. Porque la oración es expresión de un amor fiel y lleno de gratitud por la vida.
De este acto tan hermoso, debemos aprender todo cristiano que nuestra vida debe ser mejor, más cercana a Dios. No podemos elevar plegarias por nuestros difuntos si continuamos con una vida incoherente y alejada de los Mandamientos de Dios. Es un engaño y eso, es una mentira que Dios aborrece.
4. La muerte es un hasta luego Para un cristiano, la muerte no es unirse a la nada, sino un hasta luego, esperando la resurrección y tener la alegría de que resucitaremos con Cristo si hemos sido fieles. ¿Cuántos de nosotros creemos sinceramente en la resurrección? y, si entendemos realmente en qué consiste.
Todo tememos morir, más cuando somos presa de una grave enfermedad incurable o dolorosa, o de un trágico accidente. La muerte no debería darnos miedo, sino de invitarnos a vivir cada día con gran alegría, plena esperanza y disfrutando lo que Dios pone a nuestros alcance.
Si verdaderamente creemos que Cristo vive y está esperando nuestra llegada a sus brazos, la muerte es tan solo un camino hacia un encuentro lleno de gozo. Pidamos entonces en este día particularmente, esa fortaleza y las luces necesarias para caminar con serenidad y valor hacia ese encuentro con el Señor Resucitado.
5. A la muerte no se le da culto No se debe permitir tomar a la muerte como una celebración pintoresca y profana. Lo que hacemos es pedir por nuestros difuntos que alcanzarán en el Cielo y que en ese día, según la tradición y nuestra fe, sus espíritus, su alma nos vienen a visitar de manera casi imperceptible.
Recuerdo una vez que junto a mi papá (qepd), mis hermanos, sobrinos y amistades nos acompañaban en el Santo Rosario que brindábamos a la Madre del Señor en memoria de mi amada madre. Percibía una fragancia a rosas que nunca olvidaré. La Madre del Señor, nuestra Señora de Guadalupe estaba con nosotros. Había una paz y alegría en la sala que todos disfrutamos. Aquello se convirtió en una fiesta de familia.
El día de los amados Difuntos debe ser una fiesta con el Señor y con su Madre, donde podamos compartir los bellos recuerdos, una sencilla y rica comida, y que los niños sientan que los abuelos, tíos... y demás familiares, continúan vivos en nuestros corazones.
6. De una fiesta folclórica a una fiesta cristiana En varios países hispanos esta fiesta representa toda una serie de elementos del folclore, pero debido a su cercanía con Estados Unidos de América ha sido tergiversada, llenada de simbolismos ajenos a la fe cristiana.
El simbolismo no cristiano y un folclore lleno de máscaras, ritos y fiestas mundanas donde el licor, la glotonería y la superficialidad nos aleja de lo más importante de la veneración de un día tan especial como el Día de los Difuntos. A final de todo, en lo que menos se piensa y recuerda son a los familiares y amigos que no están con nosotros.
Así que, traduce estas expresiones no cristianas en gestos de generosidad por aquellas personas y centros que necesitan de nuestra ayuda humanitaria.
En breve tiempo, iniciaremos el tiempo de preparación a una época corta pero muy hermosa, la NAVIDAD. Qué mejor que celebrar el día de los Difuntos ofreciendo nuestras plegarias por los seres amados que no están con nosotros y cuyo recuerdo llevamos dentro como un tesoro muy preciado.
7. No mezcles las fiestas No confundas el Día de Difuntos con el Día de todos los santos y mucho menos con “halloween” o el culto a la “santa muerte” que de santa no tiene nada y además de ser una falsa devoción, está vinculada a la brujería.
Vivimos tiempos de mucha confusión, de soberbio consumo y de mucha insensibilidad social y personal. No dejes que tus hijos sean parte de estas celebraciones que dejan una imagen negativa, falsa y vulgar del Día de los Difuntos.
Visita el Cementerio, realiza alguna actividad en la que sean favorecidos niños desposeídos, visita los niños enfermos, coopera con los misioneros, ve a la Iglesia con tus hijos y lleven flores, ofrendas y velas a Jesús Sacramentado y a la Virgen María. Salgan en familia a visitar a otros familiares, enfermos, abuelos, tíos mayores... Hay diversas manera de convertir este día en una festividad cristiana llena de cariño, amor, solidaridad y de lindos recuerdos.
8. Indulgencia plenaria Puedes hacer una gran obra de misericordia por tus difuntos si oras por su salvación, haces una buena confesión y participar en Misa para ganar por ellos la indulgencia plenaria.
Orar, realizar ofrendas y hacer actos de caridad atraerán bendiciones y el perdón de nuestras faltas, porque Dios es un Padre Misericordioso. Hazlo y pronto verás su bondad.




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