COMO ANILLO AL DEDO
- estradasilvaj
- 11 oct 2022
- 1 Min. de lectura
Me ha gustado saber de amigos y amigas cuyo matrimonio camina bien, que se aman y son felices.
Se necesita tiempo para cultivarlo. Si le preguntáramos a ellos que han hecho para ser felices nos responderían lo mismo: amar sinceramente, desprendido y ser fiel en todo momento.
Son dos talentos que a muchas parejas les cuesta cultivar. Les cuesta porque se han quedado en lo sensual, lo superficial y los egoísmos propios.
El amar implica sacrificar algo siempre, no siempre es recibir o dar.
La fidelidad conlleva lo anterior, más la comprensión de que una pareja es una sola carne. Al unirte y aceptar al otro, abandonas una vida atrás y construyes con él o ella una nueva, diferente, fruto del encuentro de dos visiones diferentes pero con horizontes comunes. Mantener vivo esos horizontes ayudará a no perder la brújula y quedar en la marea encantados por la voces de sirenas. Hacen un voto y es para toda la vida.
Este testimonio de vida matrimonial es muy bueno para el crecimiento y madurez de los hijos. Habrá siempre discusiones y malentendidos, pero si el amor es fuerte y fiel, se mantendrá a flote la nave.
Vivimos tiempos donde nuestros adolescentes y jóvenes son presa de vicios, malas compañías, engaños y falta de orientación adecuada para una vida equilibrada. Porque la vida no es una línea recta, tiene siempre sus curvas y que fracturas.
Como anillo al dedo es el encuentro de dos almas que se supieron buscar, amarse y ser fieles uno al otro. Porque supieron trascender aquellos abrojos, espejismos, deseos oscuros, tomarse de la mano y prometerse amor para toda la vida.




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