CAMINO HACIA LA CUARESMA
- estradasilvaj
- 17 feb 2023
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Recuerdo con nostalgia y gratitud cómo disfrutaba la semana santa en la Antigua Guatemala.
Sigo pensando que todos tenemos oportunidades extraordinarias para ser mejores personas y cristianos.
Rompamos con esa gélida e infértil ausencia de Dios en nuestro corazón. Hoy fácilmente somos engañados por falsos mesianismos y dioses de invención humana.
Mi experiencia indica que orar asiduamente, reconocer nuestras debilidades, alabar y dar gracias a Dios, confiar en su bondad y ser generosos con los demás es importante para una vida cristiana completa y santa.
La familia es un lugar privilegiado para descubrir a Dios. Es fácil perder la fe, recobrarla cuesta mucho.
Diga conmigo:
"Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso...
Líbrame de la sangre, oh Dios, Dios, Salvador mío!, y cantará mi lengua tu justicia. Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión, reconstruye las murallas de Jerusalén: entonces aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar se inmolarán novillos.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén". (Salmo 50)

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