ASCENSO Y DESCENSO

"Y tuvo un sueño; soñó con una escalera apoyada en tierra, y cuya cima tocaba los cielos, y he aquí que los ángeles de Dios subían y bajaban por ella. 13 Y vio que Yahveh estaba sobre ella, y que le dijo: «Yo soy Yahveh, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac." (Génesis 28:11-12)

Quizás escuchamos alguna vez el sueño de Jacob. Tengo una reflexión sobre este suceso que tiene varios significados para judíos y cristianos y otras religiones.

El cielo y la tierra son dos aspectos de un todo, separados, pero unidos por una escalera como la que soñó Jacob.

En la vida ascendemos y, otras veces, descendemos. Crecemos y envejecemos. Ocupamos cargos importantes y pasamos luego al retiro.

En la vida espiritual también hay un ascenso y un descenso. Y lo considero importante tomarlo en cuenta, porque a veces nos quedamos arriba o nos quedamos abajo. Me explico de esta forma:

La ORACIÓN es la manera de como ascendemos al cielo por esa escalera, que es Jesús. Sí, Jesús es la escalera porque el mismo dijo ser el camino al Padre. Pero no basta ascender, hay que descender.

Ese acto de descender es la misión que todo cristiano tiene para con sus hermanos. Hay que ascender a través de la oración del Hijo hacia al Padre, para luego descender y llevar el Evangelio, el Anuncio del Reino, diría mejor, a los demás hombres.

Cada día nos vamos a encontrar con una diversidad de expresiones increíblemente novedosas, cautivadoras, engañosas.

Importante es por lo tanto, que fortalezcamos nuestra relación con Jesucristo leyendo la Biblia, la Palabra de Dios a diario. No cualquier biblia interpretada o hechura de hombres. Sino, la Biblia verdadera.

Yo le invito a que cada día haga ese ejercicio de ascender y descender, es decir, de orar y misionar. Porque necesitamos mantenernos en contacto con la luz del Padre, y sólo el testimonio de Jesucristo nos podrá conducir hacia Él.

En esta comisión, oro por usted y su familia para que asciendan al Padre llenos de gritos de alabanza y gratitud, y desciendan fortalecidos e iluminados para hacer de este mundo una tierra donde su nombre se santifique y honre, para que los hombres y mujeres abran su corazón al Evangelio y se conviertan a Jesucristo.

«Yo soy Yahveh, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac."