AMORES PERDIDOS Dedicado a los que aman sincero y profundo
- estradasilvaj
- 7 jun 2022
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Creo que nos pasa a todos. Nos enamoramos y enloquecemos en la adolescencia y juventud.
No me dio mucha fiebre enamorarme y saborear unos besos llenos de magia. Además de lo tímido e inseguro que era, todavía recuerdo aquella bonita chica de cabellos rubios y de ojos brillantes.
Amar es de toda la vida. Pienso que quien no ama, no vive. Sólo el amor nos enseña a vivir bien.
Los tiempos han cambiado mucho y el amor se ha mutilado bastante entre engaños, chantajes y dolor.
Mi relación con las personas y mi vida interior bastante agitada, me han enseñado mucho sobre el amor.
Quien no se ha enlodado en el fango, no sabe de la pureza que el agua te da si sales del charco y te lavas.
Recuerdo que aquella bonita chica me gustaba porque tenía en sus ojos una manera de verte en lo profundo. La dulzura de su voz y la pureza que habitaba que en ella, te invadía de una sensación que me transportaba fuera de la realidad.
La mujer tiene una inteligencia sensorial extraordinaria. Un lenguaje muy superior al de los hombres. Pero, Dios pudo más. Ocurrieron varios acontecimientos y nunca la volví a ver. Un amor perdido en el tiempo, un incipiente amor.
No se puede jugar con el amor, y menos con el de una mujer. Es como que entre tus manos lleves una rosa bella y la aprietes destrozándola. Cierto también, que la mujer ha cambiado por las nuevas e insanas culturas.
Pero de algo estoy seguro, que lo esencial en ellas no ha cambiado.
Todos los días me relaciono con niñas, adolescentes y adultas. Diferentes totalmente.
A veces me sorprenden las pequeñas con sus incógnitas y modos de pensar y hablar. Las adultas, las veo muy solas, tristes y muy despistadas. Una mujer que no se preocupa por sí misma, se pierde. Es una gran pena que la mayoría de los hombres sean tan egoístas e inmaduros.
Cuando en mis plegarias me vienen a la mente los rostros y nombres de muchas amigas, exalumnas, madres y jóvenes, le digo a Dios:
"Señor, qué bueno no estar solo. Todos le echamos la culpa a la mujer de nuestras estupideces y flaquezas.
Siempre te pido por las embarazadas, las mujeres con tiernos, por las que padecen cánceres, o han sido operadas; las que sufren por el divorcio o golpes de su pareja; por las violadas, solas y tristes.
Hay quienes se dedican a perder a un amor bonito. No son perfectas y hay quienes tienen una mala actitud por su ignorancia o mal temperamento.
Ayúdanos a amarlas con ese amor tan especial con que viste a Magdalena, porque las mujeres no son una cualquiera, ni muchos menos un objeto de satisfacción sexual o prenda comercial.
La mujer es lo que un hombre necesita para hacer de este mundo un bello jardín, un paraíso para sus hijos.
Lava mis manos del barro, mi corazón del egoísmo y deseos impuros, mi cuerpo del adulterio, mi mente de los celos y obscenidades.
Que vea en ella mi alegría y felicidad, tu sueño más fecundo. Porque en ella está la vida y la creación. Sólo ella calma nuestras ansiedades y llena nuestras soledades.
No dejes Señor que tengamos más amores perdidos, porque en Ti, oh Dios, vivimos por siempre un amor sin límites. Amén".




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