AHORA COMPRENDO...
- estradasilvaj
- 28 jun 2022
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Que no todo es angustia y oscuridad.
Todos los días al salir de casa bajo la protección del Señor Dios, regreso sobre los pasos del ayer.
Cada amanecer es una jornada que se abre como la flor de cara al sol que muestra su belleza y soporta durante el día la fuerza del viento, el ímpetu de la lluvia, la vorágine del inclemente sol.
No siempre los planes de cumplen, pero los pendientes nos muestran nuevas sendas, nuevos emprendimientos.
Me lo imagino cruzando mares tormentosos, largos caminos empedrados y lleno de salteadores... Sin saber dónde comer y dormir.
Las gentes lo esperaban, los tumultos eran tantos y tantos los enfermos y pesares humanos. Las esperanzas abrían aquellos corazones mustios y tan frágiles. Su sola presencia enloquecía al más indiferente u hostil hombre.
Por todos lados había dolor, sufrimiento, desesperanza, miedo y males que quebrantaban el espíritu humano. Había tanta hambre y desproporcionalidad social que parecía imposible de solucionar las angustias de una generación que soñaba desde siglos con el Mesías.
La tiranía había plagado ciudades y pueblos de un mundo lejos de Dios; mas Él, llegó como uno de nosotros y nos dio la esperanza viva de un mañana seguro.
Sus palabras se hicieron Él mismo y la verdad fue abrasando como fuego la mentira y el error, la ceguera y los cánceres que habían corroído la Ley y los Profetas.
Y allí, viéndolo clavado en la Cruz por mí y por todos, comprendo que el amor es más fuerte que todo lo demás.
Por eso, no descansaré de llevar su Palabra y de abrazar al desconsolado, de poner en la boca un pedazo de pan y de alentar para edificar la familia; de creer que toda nación tiene un destino luminoso y que los malvados pagarán sus crímenes.
Ahora sé, que las tormentas pasan cuando lavan la era de la maleza y suciedad que han arruinado todo, y de la pestilencia de sus hechos gravosos.
El amor me lo explicó todo. Ese amor que emana del sacrificio de aquel hombre que nos perdonó en lo alto del madero.




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