¿ACASO NO ESTOY YO AQUÍ, QUE SOY TU MADRE?

La madre siempre está en los momentos difíciles como en los festivos. Ella siempre presente, llena de alegría y de confianza.

Hemos consagrado al Corazón Inmaculado de María, a Rusia y Ucrania en el día de la Fiesta de la Anunciación. Es un hermoso día para celebrar con la Madre del Señor.

Al leer con devoción y confianza el Acta de Consagración recitada por el Papa Francisco, he recordado las palabras de la Virgen María al indígena Juan Diego en 1531: "¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?". Coincide con las palabras del Ángel Gabriel cuando la visitó diciéndole con delicadeza: "No temas María... Porque has hallado gracia delante de Dios". (Lucas 1:30)

Millones de cristianos en el mundo nos hemos unido en esta oración a la Madre del Señor, reconociendo nuestros errores, penas y pecados; pidiendo con toda confianza que quite de nuestros corazones todo deseo de maldad y odio; que nos reconozcamos hermanos e hijos de un mismo Padre; que confiemos en la misericordia de Dios.

Te invito de todo corazón a que te unas en esta oración a la Madre del Señor, por Rusia y Ucrania, por la paz mundial y la paz en nuestros hogares y naciones. Porque necesitamos vivir en paz en un mundo que pretende lanzarse al abismo de una guerra sin gloria, sin vencedores, sin mañana seguro.

Te invito a rezar el Santo Rosario, a orar con toda fe y confianza al Padre Celestial, en no abandonar el camino que Cristo nos ha invitado en esta Cuaresma pidiendo nuestra conversión sincera; de atender a la voz del Espíritu que nos llama a una vida más plena y completa, y no sumergida en los vaivenes que orbitan en un mundo sujeto al tiempo y al espacio.

Celebremos con alegría, el mensaje del ángel Gabriel y las palabras de Nuestra Madre: "¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?".

Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita. Amén.