A POCOS DÍAS DE CUARESMA

Este próximo miércoles inicia Cuaresma, y trae consigo tres actos que son parte de la vida cristiana: oración, conversión y ayuno.

¿Cuántas cuaresmas han pasado por nuestras vidas? ¿Sigo siendo el mismo hombre o mujer cristiana de ayer?

Tres reflexiones cortas en el contexto de lo que ocurre en Europa y de lo podría amenazar a nuestras vidas, a la de todos, en cualquier lugar del mundo.

1. La voz de Dios no la podemos silenciar, ni nuestras conciencias. Dios no es neutral. Está del lado del desprotegido, del débil, del abandonado en la calle... De los que sufren horror, violencia y guerra.

No nos pide que seamos jueces, porque Él es el único Juez. Nos pide que detengamos todo acto que atente a la vida humana y destruya su Creación, que la expone a terribles males que no podríamos controlar.

La Oración es nuestra fortaleza en momentos oscuros y llenos de tentaciones donde el corazón del hombre se rinde al mal. Mira el valor de la Iglesia Greco Católica Ortodoxa y católicos, sus clérigos, religiosas, misioneros, laicos de permanecer en su fe en medio de los misiles.

Creo que también la Iglesia Greco Católica Ortodoxa, católicos y musulmanes, oran en Rusia para que la Guerra ¡se detenga!... y se abracen los hombres como hermanos.

No podemos olvidarnos que somos hijos de un mismo Padre por la Sangre de Jesús, su Hijo. ¡Dios está por encima de todos! ¡Dios lo puede todo!

2. No hallaremos la Paz sin la conversión de nuestro corazón. Cada día caemos, y tenemos que levantarnos. ¡Hay que abandonar esos planes de conquista, dominio, ambición..! ¿Por qué es tan duro el corazón humano? ¿Por qué sus labios bendicen mientras su corazón maldice? Allí, no está Dios. Dios no está de parte de las guerras, del odio, del pecado, de las tinieblas que los hombres quieren arrastrar como vorágine al mundo entero.

No llegará la paz sin que nuestro corazón sea capaz de dar cabida al amor, al respeto, a la tolerancia, a la generosidad, al perdón.

3. Han transcurrido demasiado tiempo para que millones de familias y personas continúen viviendo en la pobreza, el hambre, la desnutrición, en el total abandono humano y social.

"Ayunemos" de avaricia y egoísmo, de desprecio y mentiras... De continuar rompiendo con la Alianza hecha con Dios, de incumplir con los Mandamientos Sagrados. ¡Somos tan infieles como antes!

Dios quiere que nuestro ayuno sea la Misericordia, el Perdón, el Convivir como hermanos... Olvidarnos de la enemistad, porque eso es lo que quiere Satanás, que seamos enemigos, y enemigos de Dios. ¿Seremos capaces de ello?

Te pido entonces, que no esperes que llegue Cuaresma, sino que vivas una cuaresma que llene tu vida de la Salvación que Jesucristo nos dio con su Muerte y Resurrección.

No dejes que tu prójimo muera en la batalla... Que muera en la enfermedad, de hambre y soledad, de traición y exclusión... Que no muera solo. Porque, allí estás, en algún momento también, allí estarás.

Con mis plegarias, mantengo mi vela encendida para que su vida, familia, país y mundo entero gocen de paz, salud y prosperidad en el Señor Dios Todopoderoso. Así sea.