A FLOTE EN LA NUEVA TORMENTA

Todos los días luchamos por mantenernos a flote, sobrevivir al presente. Enfrentamos nuevamente una nueva y peligrosa tormenta que ha surgido en Europa y nos ha afectado de inmediato a todos, particularmente, a los desposeídos, a los más débiles.

Nuestros hospitales y hogares albergan a enfermos y va a continuar así. El encarecimiento y carencia de los esenciales suministros disminuyen nuestra calidad y prolongación de la vida humana. Estamos frente a un riesgo en explosión. No creo estar equivocado.

Cada día nos mantenemos como una pequeña boya y conmigo los niños. Tan sólo llevamos lo que podemos comprar en un mercado que incrementa los costos a diario. Hoy no teníamos ya leche y algunos granos empezaban a carecer en nuestra alacena. No somos los únicos, hay muchas familias que la pasan muy mal desde hace dos años atrás.

En la tarde conversé por teléfono con dos amigos que se encuentran: uno, accidentando, no ha podido ir al trabajo porque sus piernas están dañadas; el otro, padeciendo unos dolores terribles, será sometido a cirugía a inicios de abril. Así también, otros más que están enfermos y sufriendo en sus casas, al cuido de sus familias. Todo parece complicarse.

Me han llamado dos familias compartiendo las dificultades que tienen en el hogar y que algunos de sus hijos mayores se han extraviado en camino hacia los Estados Unidos de América. Un camino extremadamente peligroso.

¿Cómo Señor mantenernos a flote en la tormenta? ¿De dónde me vendrá el auxilio? (Salmo 120)

Las noticias y escenas que vemos en los medios de comunicación nos vuelven a mostrar el horror de la guerra, pero también la resistencia de la gente. No hay manera de cómo justificar tantas muertes de ambos lados. Una vida humana perdida es un paso a la deshumanización de lo que somos. Siempre pierde la población civil y los que combaten en los frentes.

"Señor, no escondas tu rostro. No apartes con ira a tu siervo" (Salmo 27,8)

El amigo que será operado me contaba lo difícil que es vivir en una sociedad sorda y ciega, que no busca a Dios, que cree solo en el dinero. Hemos construido una sociedad basada en la riqueza material y la hemos convertido en lo indispensable.

En medio de estas realidades insoslayables y paradigmas del presente, la luz de Señor no se apaga. La amiga que se encontraba impedida de sus piernas me decía con alegría que estaba recibiendo la visita en su casa de la Madre del Señor y que iba a rezar la familia, el Santo Rosario.

Dios nos dice: "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia." (Isaías 41,10)

Lo creo con todo mi corazón. Y por eso te comparto cuatro recomendaciones basadas en citas bíblicas para tu meditación:

1. No abandones tu fe ni mucho menos la conviertas en un sentimiento o palabra vana o fatua. Convierte tu fe en solidaridad. No puedes ser indiferente ni volviendo la mirada a otro lado, sino levantando al caído, curando al herido, dando de comer al hambriento o de beber al sediento... (Mateo 25)

2. Confía en la voluntad de Dios, pues no siempre se cumple lo que uno solicita. Todos aprendemos de nuestras enfermedades y errores. Aprendamos! ¿Cuál es la voluntad de Dios?

+ "Él le contestó: 'Ama a Jehová tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente’. Este es el primero y el más importante de los mandamientos." (Mateo 27,37-38)

+ "A fin de que el hombre de Dios esté perfectamente capacitado y completamente preparado para realizar todo tipo de buenas obras" (2Timoteo 3,17).

+ "No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mateo 7:21).

+ "Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su nombre, les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios" (Juan 1:12-13).

3. Dejémonos llevar por el Espíritu del Santo.

+ "¿Adónde me iré de tu Espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia?" (Salmo 139,7).

+ "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios" (Romanos 8,14).

+ "Y cuando os lleven y os entreguen, no os preocupéis de antemano por lo que vais a decir, sino que lo que os sea dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo" (Marcos 13,11).

4. Busca a Dios primero antes que todo lo demás.

+ "Y cuando os lleven y os entreguen, no os preocupéis de antemano por lo que vais a decir, sino que lo que os sea dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo" (Jeremías 29,13)

+ "El Señor estará con ustedes, siempre y cuando ustedes estén con él. Si lo buscan, él dejará que ustedes lo hallen; pero, si lo abandonan, él los abandonará" (2Crónicas 15, 2b)

+ "Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá" (Mateo 7,7).

Con la plena confianza en la misericordia de Dios, veré que la canasta de pan no estará vacía, ni el nuevo día será oscuro, ni los truenos y relámpagos me atemorizarán, ni la guerra sobrevivirá más... Porque allí está, oh Dios, alzando mi mano en medio de toda tormenta. Así sea.

No me dejes solo, porque no te olvidaremos en nuestras humildes plegarias cada día.